Académicos destacan en congreso de medicina gráfica
Susana Pincheira y Fredy Díaz fueron premiados por su trabajo “Citonautas: construyendo cómics y animaciones como recursos de aprendizaje para las ciencias de la salud”.
La medicina narrativa surge en Estados Unidos como consecuencia de un movimiento que se propuso introducir en la formación de los profesionales de la salud, cursos orientados a trabajar con relatos sobre médicos y enfermos en un determinado contexto, con el objetivo de desarrollar la capacidad de escuchar las historias de los pacientes. En base a esa mirada, los estudiantes se entrenan en reescribir o contar estos testimonios mediante un lenguaje cotidiano, confrontando sus percepciones y vivencias, con el propósito de, una vez en ejercicio, enriquecer el proceso de escucha e identificación durante la consulta, reforzando la empatía y la comprensión de cada caso.
En una corriente similar se encuentra, aunque de forma mucho más incipiente, la medicina gráfica, tendencia considerada como una valiosa herramienta a través de la cual los médicos pueden ver desde otra perspectiva a sus pacientes y las patologías que padecen. La diferencia es que lo hacen desde los cómics o novelas gráficas, una técnica que fusiona dibujos y relatos, para contar historias de profundo contenido.
Por medio de este recurso, que incluye ilustraciones e infografías, se refuerza la comunicación sanitaria. La medicina gráfica también abre la puerta para que los pacientes se sientan más cómodos representando sus dolencias, que muchas veces pueden ser difíciles de verbalizar, y es un potente recurso cuando los centros de salud desean transmitir un mensaje de forma amigable a sus usuarios.
“Además, estimula la discusión y reflexión de factores sociales en los cuidados de salud. Las novelas gráficas están probadas como una manera efectiva de enseñar sobre racismo, xenofobia y otros tipos de discriminación. En medicina es todavía un campo en desarrollo, especialmente en Latinoamérica, donde los docentes intentan introducir no solo este ámbito, sino también el área narrativa, entendiendo el acto de escuchar a los pacientes y comprender sus historias como un contexto que influye en la salud”, explica el doctor Juan Carlos Claro, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
En este contexto se llevó a cabo en España el II Congreso internacional de medicina gráfica, encuentro organizado por la Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, convocando a profesionales de México, Ecuador, Japón, Estados Unidos y Chile. Un grupo de ellos viajó desde Concepción, Región del Biobío.
“Nuestra pequeña delegación fue recibida con mucho entusiasmo por la doctora Mónica Lalanda, presidenta del comité científico y organizadora del evento, quien inició en España la docencia en medicina gráfica”, comentan la bióloga Susana Pincheira y el doctor Fredy Díaz, académicos de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).
Los integrantes del Departamento de Ciencias Básicas de la Facultad de Medicina tuvieron una destacada participación, recibiendo el primer premio en la categoría “Póster, Ilustración”, con el trabajo de investigación “Citonautas: construyendo cómics y animaciones como recursos de aprendizaje para las ciencias de la salud”.
En este proyecto, financiado por la Asociación de Facultades de Medicina de Chile y la Dirección de Docencia UCSC, también intervinieron Lorena Mardones, Catherine Guzmán, Daniela Jara y Juan Moraga, miembros de la citada unidad.
“Aprovechamos de presentar el libro ‘Citonautas: viajeros del micromundo’, de la Editorial UCSC, el cual tuvo una increíble recepción por parte de los asistentes al congreso. Buscábamos no solo mostrar nuestro trabajo, sino establecer redes de colaboración en el ámbito de la medicina gráfica con académicos de las universidades de Zaragoza, de Valencia y de Pensilvania, Estados Unidos”, finaliza el doctor Díaz.

Dres. Rafael Marrón y Fredy Díaz
