Académicos ahondarán en inflamación asociada al VIH
Liderado por los doctores de la U. de Chile, Ricardo Soto-Rifo y Claudia Cortés, el “Proyecto anillo 2022” está orientado a comprender la condición inflamatoria crónica de personas que viven con esta infección.
“En la actualidad, los principales focos de investigación en VIH están orientados a encontrar una posible cura o tratar la inflamación. Esto, principalmente debido a la propensión en que deja a las personas frente a distintas comorbilidades”, así lo explica el doctor Ricardo Soto-Rifo, académico del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas e investigador asociado del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia de la Universidad de Chile.
El académico, junto a la doctora Claudia Cortés, del Departamento de Medicina Interna Centro y miembro de la Fundación Arriarán, lideran este nuevo Proyecto Anillo, que durante tres años establecerá una cohorte de personas que viven con VIH y ahondará en la inflamación crónica generada por la persistencia del virus.
"Esto sucede a pesar de que los pacientes tengan carga viral indetectable en plasma gracias a la terapia antirretroviral, ya que esta no erradica al virus. Esto genera el denominado “reservorio latente” en células como los macrófagos o las microglías en el cerebro, las cuales se activan y secretan citoquinas proinflamatorias de forma constante, produciendo una inflamación de bajo nivel pero que es permanente".
"Eso trae como consecuencia que las personas que viven con VIH, pese a que tengan una terapia exitosa, estén propensas de manera más temprana a tener enfermedades que suelen asociarse al envejecimiento, como son las patologías cardiovasculares, la diabetes tipo 2 o desórdenes neurocognitivos, por ejemplo", agrega el doctor Soto-Rifo.
Entre los objetivos del proyecto, se creará una cohorte de pacientes, cuyas muestras de sangre y deposiciones serán tomadas y conservadas con estándares internacionales. “En particular, necesitamos que los individuos estén bajo tratamiento supresivo; es decir, que no tengan carga viral detectable, y los agruparemos entre quienes presenten o no síndrome metabólico, porque es una comorbilidad asociada a vivir con VIH y que es de alta prevalencia en la población general chilena, con el objetivo analizar diferentes indicadores inflamatorios y compararlos entre ambos grupos”, explica el investigador.
El segundo objetivo será la búsqueda de patrones moleculares específicos que estén asociados a la inflamación, mediante secuenciación de célula única, caracterización de reservorio viral, análisis de microbioma, viroma, proteoma en plasma y de repertorios inmunes, entre otros.
Por último, se buscará establecer redes de asociación, de manera de identificar biomarcadores asociados a la caracterización clínica, que puedan ser indicadores de mejor
o peor pronóstico. Porque la idea es, “al identificar estos biomarcadores, poder orientar el tratamiento de cada paciente de forma personalizada; por ejemplo, para prevenir el desarrollo de otras patologías”, finaliza el docente.
