En Clínica Santa María evalúan positivamente método avanzado de radioterapia
Seis meses han pasado desde que Clínica Santa María implementó un acelerador lineal dual con colimador multiláminas, tecnología que aumenta la probabilidad de curación del cáncer y asegura menos complicaciones, ya que se irradia con mayor precisión el área afectada, reduciendo la dosis en los órganos sanos.
Dado el buen funcionamiento del método, los especialistas del centro de salud están muy satisfechos con los resultados que han obtenido a través del uso de radioterapia con intensidad modulada (IMRT), pues permite apuntar con precisión a la localización del tumor, adaptándose a su forma, destruyéndolo con una radiación intensa, pero cuidando los otros tejidos del cuerpo. El dispositivo es completamente digital y cuenta con un equipamiento de imagen portal en línea, que entrega grandes ventajas para el tratamiento de esta enfermedad.
El doctor Eugenio Vinés, jefe del Servicio de Radioterapia de Clínica Santa María, explica que la precisión de la IMRT es muy superior a la de la radioterapia convencional, hasta ahora la única disponible en la mayoría de los centros de radioterapia del país. “Esta técnica permite dirigir y concentrar, en forma precisa, potentes dosis de rayos X de alta energía y minimizar las complicaciones derivadas de la exposición del tejido sano circundante. Por ejemplo, en el caso de los tumores infantiles, en que hay muchos órganos en desarrollo en las inmediaciones del tumor, la intensidad modulada permite tratar sólo la zona afectada, esquivando los otros órganos e impidiendo que éstos sufran un daño permanente por la radiación”.
Agrega que lo mismo se observa en los cánceres de próstata. También es muy importante lo que ocurre con los tumores de cabeza y cuello, porque en ellos la radioterapia convencional daña irreversiblemente las glándulas salivales del paciente, quedando sin saliva de por vida. “La radioterapia con intensidad modulada permite evitar lo anterior, consiguiendo preservar la función salival, mejorando la calidad de vida y aumentando la probabilidad de controlar el tumor”, aclara el doctor Vinés.
Con esta tecnología de punta, antes de iniciar el tratamiento, el equipo médico obtiene una serie de imágenes digitales tridimensionales de alta resolución del tumor y de la anatomía circundante. “De esta forma, se puede determinar su ubicación y forma exacta, desarrollando el plan de tratamiento necesario para la emisión de una dosis de radiación lo bastante alta como para erradicarlo, sin dañar el tejido que lo rodea”, dice el doctor Rodrigo Hepp, oncólogo-radioterapeuta de Clínica Santa María.
Durante el tratamiento, se utiliza el dispositivo de imagen portal que permite capturar, en forma instantánea, imágenes radiográficas mientras se está tratando al paciente. De esta manera, es posible chequear que esté bien ubicado y que reciba la radiación donde corresponde.
