Clínica Santa María implementa Gastrectomía Vertical en Manga
La obesidad mórbida es una enfermedad cuya prevalencia en la población mundial ha ido aumentando aceleradamente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta patología ha alcanzado dimensiones de epidemia en el planeta con más de mil millones de personas adultas con sobrepeso, de ellos al menos 300 millones son clínicamente obesos.
De acuerdo a cifras oficiales, en 2010 Chile tendrá 4.350.969 personas obesas. De ellas, 2.732.015 corresponderán a adultos, 1.294.649 serán niños y 324.305 adultos mayores. Sumado a la población con sobrepeso, equivalente a 4.679.400 personas, se alcanzaría un total de 9.030.369 personas con este cuadro.
El doctor Juan Eduardo Contreras, cirujano digestivo especialista en cirugía de la obesidad de Clínica Santa María, explica que ser obeso mórbido (IMC sobre 40) es un problema que va más allá de la estética.
“No sólo están sujetos a consecuencias evidentes, como la incapacidad física, baja autoestima o deterioro de las relaciones sociales. Además, desarrollan otras enfermedades y tienen complicaciones dentro las mismas. Entre otras cosas, la obesidad propicia la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, de la vesícula biliar, artrosis y osteoartritis de las articulaciones, apnea de sueño, complicaciones respiratorias, reflujo gastroesofágico, depresión, infertilidad, daño de la piel, incontinencia urinaria, irregularidades en la menstruación, embolia pulmonar y várices”, señala.
Agrega que de ahí nace la preocupación de la medicina por lograr que estos individuos bajen de peso. “Es la única forma en que dejarán de tener estas enfermedades anexas. De hecho, cuando han rebajado entre un 10 y 15 por ciento del exceso de peso, ya empiezan a verse mejorías en este aspecto”, asegura el especialista.
Las opciones para estas personas son hacer una dieta estricta y mantenerla durante toda su vida u operarse. “El problema de la dieta es que no les dura mucho porque implica un esfuerzo de voluntad muy difícil de cumplir a cabalidad. No obstante, en pacientes bien seleccionados y con obesidad leve o sobrepeso, un programa médico no quirúrgico puede dar buenos resultados. Por otro lado, con la cirugía hay una ayuda externa que evita que ingieran más alimento del que deben”, dice el cirujano.
Actualmente existen variadas técnicas quirúrgicas para combatir la obesidad como el by pass gástrico, la banda gástrica, el balón intragástrico y en el último tiempo se ha desarrollado una nueva opción llamada gastrectomía vertical tipo sleeve o en manga. En ella se reduce alrededor del 85 por ciento de la capacidad del estómago y posee varias ventajas. “En primer lugar, es menos riesgosa y no produce efectos colaterales porque sólo disminuye la capacidad del estómago, sin tocar el intestino; de manera que los pacientes no requieren que se les administren vitaminas, calcio, fierro ni complementos extras. Además, tiene menor costo, tiempo de hospitalización y de convalecencia”, afirma el especialista.
“Inicialmente, este procedimiento fue recomendado para pacientes muy obesos (con IMC superior a 50) que podrían no resistir una cirugía tan compleja como el by pass. Sin embargo, en la actualidad también se efectúa en obesos con menor IMC. En cuanto a resultados, la reducción de peso efectiva se observa durante 12 a 18 meses”.
Como cada paciente es diferente y requiere un tratamiento específico e individual, Clínica Santa María ha desarrollado un Programa de Cirugía de Obesidad compuesto por un equipo multidisciplinario con nutricionistas, psicólogos, cirujanos, endocrinólogos, broncopulmonares, cardiólogos e internistas que analizan cada caso en conjunto y determinan la mejor alternativa.
