Clínica Dávila inaugura Servicio de Medicina Nuclear
El campo de la medicina nuclear surgió en la década de 1930, cuando los investigadores empezaron a producir fósforo radiactivo y a utilizarlo para tratar a pacientes con desórdenes sanguíneos. Posteriormente, se comenzó a utilizar el yodo radiactivo para detener la propagación del cáncer de tiroides en los pacientes.
Los instrumentos de visualización y diagnóstico fueron mejorados durante décadas hasta alcanzar un funcionamiento eficaz con tecnologías como los SPECT y PET en los años ’70, que permitieron a los médicos registrar la estructura y función de órganos del cuerpo como el cerebro, el bazo o el tracto gastrointestinal, diagnosticando incluso el desarrollo de tumores, así como otras patologías benignas y malignas.
De este modo, la tecnología permite realizar estudios digestivos dirigidos, evaluar lesiones óseas, cuadros de epilepsia, algunas demencias como el Alzheimer, analizar el daño por abuso de sustancias como el alcohol y las drogas y ver la morfología y el funcionamiento de los riñones. También se utiliza en el seguimiento de los pacientes que ya se han tratado su tumor primario, con el objetivo de evidenciar una metástasis precozmente, siendo altamente beneficiados con este examen los pacientes con cáncer de mama y de próstata.
Considerando la importancia de esta herramienta diagnóstica y terapéutica, Clínica Dávila inauguró un nuevo Servicio de Medicina Nuclear, implementación que forma parte del Departamento de Radiología y se ubica en el primer piso cerca de los escáner ya instalados y al Laboratorio de Hemodinamia. Con ello, los pacientes podrán realizarse este tipo de exámenes sin la necesidad de acudir a otros establecimientos, haciendo más cómodo el proceso, en especial para quienes están hospitalizados.
Tanto los procedimientos de diagnóstico como los de terapia se realizan administrando, por vía endovenosa u oral, elementos radioactivos que se unen a moléculas que tienen afinidad natural por algunos órganos, permitiendo generar imágenes del órgano en estudio.
El equipo utilizado es una gamma cámara que detecta radiación y que es capaz de rotar alrededor del paciente generando imágenes en tres dimensiones de muy alta calidad, lo que se conoce como técnica SPECT.
