Neuroamigo en el Barros Luco
Servicio de neurología inaugura nuevo sistema de atención
En un concurrido acto que se llevó a cabo el 7 de abril de 2002 en los jardines del Hospital Barros Luco Trudeau, el doctor Jorge Nogales, director del Servicio de Neurología del centro hospitalario, dio el vamos al proyecto Neuroamigo, un nuevo modelo de atención que comenzará a implementarse en esa unidad.
La iniciativa contempló la reparación y reacondicionamiento de varias salas del servicio, y está centrada en una atención más integral de los pacientes, al mismo tiempo que busca hacer más grata su estadía a través del contacto con el arte.

Lo que más llama la atención es la luminosidad que se logró en el recinto, gracias a las alegres obras de Paca Gilberto –pintora chilena que reside España- que fueron puestas no sólo en salas y pasillos, sino también en techos y biombos de separación entre las camas, para mejorar el entorno visual.
La idea surgió a partir de una experiencia personal del doctor Nogales. Cuando era director del Hospital Barros Luco Trudeau, debió someterse a una intervención quirúrgica en ese centro hospitalario. “Estuve muy grave en la UTI. Me morí, me reanimaron y volví. Esta nueva vida es muy interesante y por eso estoy haciendo este tipo de cosas”, explica con simpatía el médico que vivió una larga convalecencia y muchas horas de inmovilidad. Esta situación le hizo comprender lo tedioso que puede ser un campo visual tan reducido y comenzó a pensar en algunas medidas de forma y fondo para hacer más grata la estadía de los enfermos.
Gama de colores e iniciativas
Además de la remodelación y las alegres pinturas de Paca Gilberto, el equipo liderado por el doctor Jorge Nogales planifica la próxima implementación de un proyecto pionero de musicoterapia aplicado a enfermos del área neurológica, para lo cual cuentan con la asesoría de la sicóloga alemana, Susanne Bauer.
La musicoterapeuta explica que lo más importante es que las melodías que se utilicen estén bien dirigidas, “para que permitan a todos los pacientes contactarse internamente o relajar su estado psíquico. Por eso la mayor complejidad está en las diferencias de edades, sexo y patología. Pueden existir necesidades distintas y habrá que estudiar si conviene utilizar la misma música para todos o bien es preferible un sistema de audífonos que permita trabajar con ellos en forma individual”.

Susanne Bauer explica que esta etapa del proyecto debería estar lista en agosto de 2003 y que se llevará a cabo en conjunto con la Unidad de Terapia Musical de la Universidad de Chile, departamento que ella coordina. “Se trata de una iniciativa pionera, pues el método se ha utilizado muy poco en pacientes con patologías neurológicas. Tengo entendido que en Estados Unidos han realizado algunas terapias en pacientes con parkinson, pero nada como lo que vamos a hacer acá”.
El doctor Nogales explica que Neuroamigo intenta romper con el aislamiento que afecta a pacientes y familiares por el hecho de estar hospitalizados en un centro público. Se crearon lugares como la sala de atención, única en su tipo dentro del hospital pues permite a los médicos recibir con mayor privacidad a los parientes de los enfermos, o el jardín, que se instaló donde antes había prácticamente un basural. Allí se dispuso una rampa para que los pacientes en silla de ruedas puedan salir a disfrutar del aire, mientras comparten con sus familiares.
Esta última iniciativa, fue posible gracias al aporte del Centro de Estudios para la Calidad de Vida, organismo sin fines de lucro, que además estará a cargo de analizar los alcances del proyecto, considerando la relación existente entre arte, cultura y salud.
Otra de las ideas de los directivos consistió en implementar un cuadro esquemático dispuesto a la entrada del servicio, donde es posible apreciar una foto con el nombre y el cargo de cada uno de los integrantes de la unidad de neurología.
Las autoridades del servicio tienen nuevas metas para el próximo período, como conseguir mejores camas clínicas, monitores para la sala de atención cerebro-vascular y un gimnasio de apoyo kinesiológico.
Bienvenido Neuroamigo
Los asistentes a la inauguración destacaron el carácter integral del proyecto e insistieron en que era necesario replicar estos cambios no sólo al interior del hospital, sino también en los demás recintos asistenciales del país.

Durante la ceremonia, el doctor Camilo Arriagada, jefe del área neurológica del hospital durante los años ’60, fue distinguido como el primer miembro emérito del servicio. En su discurso de agradecimiento, el médico felicitó a las autoridades por las innovaciones, en cuanto a modelo de circulación, y distribución de pacientes del recinto.
La Fundación Todo Chile Enter donó computadores para montar una sala de computación que permitirá a los médicos e internos del servicio, tener un enlace directo con el servidor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Al dirigirse a los asistentes, Bernardita Cancino, gerente de la entidad, explicó que la labor de la fundación consiste en desarrollar un programa de incorporación ciudadana de las nuevas tecnologías. “Para eso nosotros contamos con un centro de reciclaje de computadores, un centro de formación en alfabetización digital y una unidad de capacitación técnica”. “Para nosotros es una gran oportunidad participar en este proyecto que constituye un nuevo modelo de atención de salud, en el que queremos seguir colaborando activamente”, señaló.
Por su parte, la señora Marina Zolotoochin, directora ejecutiva del Centro de Estudios para la Calidad de Vida, agradeció a los directivos del complejo asistencial Barros Luco y, especialmente, al Servicio de Neurología, la oportunidad de apoyar esta iniciativa.
El intermedio estuvo a cargo de un grupo musical universitario, que interpretó una creación muy original: la cueca fusión Neuroamigo. Luego, tomó la palabra el doctor Jorge Nogales, quien dirige el servicio desde 1985. “Nuestro proyecto es sin duda, innovador, y en muchos aspectos somos pioneros a nivel nacional. Pero no pensamos que todo comienza hoy, ni que hemos descubierto la pólvora. Hace 40 años, con el esfuerzo y trabajo de muchos, se inició un proceso que hoy tiene un hito de desarrollo. Sin esa escuela de ayer, llena de idealismo y compromiso, no hubiésemos encontrado motivación vital para mantener esta rica tradición de servicio público”, dijo emocionado. “De aquí en adelante, el compromiso del Servicio de Neurología será continuar trabajando para llevar a la acción todos nuestros proyectos”, concluyó.
Por su parte, la doctora Adriana Fuezalida, directora del Hospital Barros Luco, entregó su pleno respaldo a Neuroamigo, y dijo que la misión del equipo directivo debía consistir “en hacer de este espacio, un lugar donde todos quisiéramos ser atendidos si estamos enfermos. El lugar donde traeríamos a nuestros padres o a nuestros hijos. En este sentido, creo que ha quedado la vara muy alta para el resto del complejo asistencial, pues la tarea no está completa hasta que todos estemos involucrados. La idea es que de ahora en adelante no sólo podamos hablar de un Neuroamigo, sino de un Hospital amigo: cercano, cariñoso y comprometido con la rehabilitación de nuestros pacientes. Por eso llamo a las personas del Servicio de Neurología a contagiarnos de esta iniciativa, porque es tarea de todos crecer, y hacer de éste un mejor servicio público”.

