Reimpulsan hospital diurno para pacientes psiquiátricos
El Hospital de Día es un proyecto que busca entregar un espacio de reinserción a los pacientes con patologías psiquiátricas, como esquizofrenia, trastornos afectivos en fase aguda y de personalidad en situación de crisis; trastornos severos de alimentación y de ansiedad; además de pacientes con dependencia al alcohol y drogas, en periodo de
abstinencia.
Los usuarios acuden al recinto en forma diaria para participar en terapias que incorporan actividades psicoterapéuticas que apuntan hacia la reinserción tanto familiar como laboral; entrenamiento de habilidades instrumentales, cognitivas, perceptivas y manuales; e intervenciones a nivel individual y familiar.
En la década de los ‘70, el Servicio de Psiquiatría del Hospital Regional de Valdivia realizó uno de los primeros intentos por establecer este proyecto en Chile, cuyo objetivo fue lograr que los pacientes que asistían a sus sesiones, restablecieran sus habilidades, desempeño y actividades cotidianas antes del alta definitiva por parte del equipo de salud.

El doctor Fernando Bertrán Vives y su equipo, 35 años después, ha decidido reimpulsar la iniciativa, reestructurando el servicio según las orientaciones de funcionamiento entregadas por el Ministerio de Salud para otorgar una mejor atención a las personas que padecen alguna patología psiquiátrica.
Actualmente, el Hospital de Día funciona en un sector adosado al Servicio de Psiquiatría y en él trabaja un equipo multidisciplinario que incluye médicos psiquiatras, enfermera especialista en psiquiatría comunitaria, psicóloga, asistente social, terapeuta ocupacional y auxiliares técnicos paramédicos con entrenamiento en rehabilitación psiquiátrica.
El hospital diurno es una alternativa a la hospitalización de tiempo completo, donde el paciente puede entrar y salir del establecimiento, lo que le permite mantener el contacto familiar y social con el mundo. De esta forma, accede, en horario diurno, a tratamientos supervisados por especialistas de las áreas psicofarmacológica, psicoterapéutica y ocupacional, en tiempos que varían entre tres y seis meses, según evolución clínica del paciente.
