Profesionales de Clínica Alemana se capacitan para utilizar corazón artificial más avanzado de Chile
Como parte de su permanente interés por contar con recursos de primer nivel para atender a sus pacientes, a fines de mayo Clínica Alemana adquirió el corazón artificial modelo AB5000 de Abiomed, el más avanzado equipamiento de este tipo en Latinoamérica, que está disponible hace sólo diez meses en el mundo.
Se trata de una bomba paracorpórea, es decir, un equipo externo que va conectado por conductos especiales al sistema cardiaco, por lo que no es necesario extraer el órgano original mientras que su función es reemplazada.
Más de 60 profesionales del establecimiento, entre médicos y enfermeras, asistirán a una capacitación intensiva para aprender a utilizar el implemento, que para demostrar su uso práctico será conectado a un cerdo, según detalla el doctor Cristian Baeza, cardiocirujano de Clínica Alemana a cargo del proyecto, quien se preparó en esta área durante tres años en la Cleveland Clinic de Ohio, en Estados Unidos.
El especialista explica que el módulo está compuesto por una consola computacional y un insumo desechable que cumple las funciones del corazón. Agrega que con esta tecnología se puede prolongar la vida del paciente mientras aparece un donante o mientras su corazón se recupera, ya que hay estados agudos como la miocarditis o ciertos infartos que pueden ser superados si el enfermo es conectado a un soporte como éste. “Sin embargo, el objetivo más importante de este sistema es ser un puente al trasplante en personas que indefectiblemente van a morir, a menos que reciban un nuevo corazón. En el fondo lo que esta tecnología permite es comprar tiempo”, señala.
Además de esta nueva maquinaria, el otro corazón artificial que existe en Chile está desde enero de 2004 en el Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica, pero pese a ser también muy avanzado, sólo permite prolongar la vida del enfermo por un máximo aproximado de dos semanas. En cambio, el equipamiento adquirido por Clínica Alemana, además de ser más pequeño, posee características de larga duración, que permiten mantener a una persona viva hasta por un año.
Otra ventaja consiste en que con este tipo de soporte, el paciente puede levantarse y desplazarse, a diferencia de los equipos de corta duración que lo obligan a permanecer en cama dentro de una Unidad de Tratamiento Intensivo.
El doctor Baeza sostiene que este nuevo sistema también permite prevenir una de las principales consecuencias de las cardiopatías crónicas: el deterioro progresivo de otros órganos. De esta forma, la persona puede llegar al trasplante en mejores condiciones. Asimismo, explica que el dispositivo está recubierto por una capa especial que disminuye los típicos problemas de anticoagulación, lo que reduce las posibilidades de hemorragias durante una intervención quirúrgica y mejora el pronóstico.
