Mayor nivel educacional previene pérdida de facultades cognitivas en la vejez
Científicos de la Universidad de Toronto, en Canadá, desarrollaron un estudio para indagar por qué las personas que poseen estudios superiores parecen tener menor riesgo de declive en su intelecto durante la vejez.
El informe, realizado por la psicóloga Mellanie Springer y su equipo de investigación, muestra que la cantidad de años que una persona dedica a su formación está asociada con un incremento en la actividad de los lóbulos frontales del cerebro.
El estudio, que aparece en la edición de marzo de 2005 de la revista Neuropsychology, sugiere que la corteza frontal es usada por los adultos mayores, y en especial por los que tienen educación superior, como una red alternativa que podría ayudar a la memoria y otras tareas intelectuales a medida que las personas envejecen.
Para entender el mecanismo, los investigadores analizaron el vínculo entre educación y actividad cerebral en dos categorías de edad diferentes. El primero de los grupos estaba integrado por 14 adultos de entre 18 y 30 años, que tenían entre 11 y 20 años de educación, mientras que el segundo grupo estaba formado por 19 adultos de 65 años o más, con ocho a 21 años de educación.
Cada participante tomó parte en varias pruebas de memoria, mientras los investigadores observaban sus cerebros mediante el uso de imágenes por resonancia magnética funcional, lo que les permitió observar en tiempo real qué redes nerviosas se activaban cuando los participantes recurrían a sus memorias para responder las preguntas.
Tras el estudio, los científicos concluyeron que las personas jóvenes y los adultos mayores tenían patrones opuestos de actividad en los lóbulos frontales y en los lóbulos temporales mediales del cerebro. Describieron que en los jóvenes, mientras más alta era su educación, menos usaban sus lóbulos frontales. Las personas de mayor edad, en cambio, si poseían más educación mostraban un uso incrementado de los lóbulos frontales. Por ello, los investigadores postularon que los adultos mayores, especialmente si tienen mucha educación, usan la corteza frontal como una red alternativa para aumentar la memoria y otras habilidades cognitivas.
Aunque no lograron determinar las razones que impulsan una mayor actividad de los lóbulos frontales, independientemente de la cantidad de estudios que posea una persona, los autores recomiendan aumentar la memoria con estrategias de capacitación, así como mantenerse física y mentalmente activo.
