Las causas exactas que producen este trastorno son aún desconocidas, aunque se sabe que existen factores genéticos y hereditarios que contribuyen a su aparición. La esquizofrenia es una de las enfermedades mentales más graves, que se manifiesta generalmente en personas de entre los 18 y 30 años. En Chile se estima que la prevalencia de la esquizofrenia fluctúa entre el 0,5 y el 1,5 por ciento de la población, afectando a hombres y mujeres en una proporción similar.

Esta patología mental, que significa un largo periodo de tratamiento e involucra a toda la familia del paciente, es una de las alteraciones mentales que serán cubiertas en su primer brote por el Plan AUGE del Ministerio de Salud, motivo por el cual es muy importante que los profesionales de los centros de atención primaria cuenten con los conocimientos necesarios para su identificación y diagnóstico precoz.

Es por esto que el Servicio de Salud Concepción estimó pertinente entregar elementos de actualización en este tema a los equipos de consultorios y hospitales de baja complejidad de la zona, con el fin de optimizar la entrega de atención a pacientes que presentan señales que pudieran mostrar un posible cuadro de esquizofrenia.

Esta puesta al día se llevó a cabo el 16 de noviembre en el auditorio del servicio, lugar al que llegaron más de 70 profesionales, integrantes de los equipos de salud de los establecimientos de atención primaria de la región, quienes revisaron los aspectos más importantes de la identificación y tratamiento de esta patología.

En la jornada participaron médicos, psicólogos y asistentes sociales, lo que asistieron a charlas teóricas y participaron de la discusión y análisis de casos, con el fin de identificar las conductas a seguir tras ser identificada la enfermedad.

En la realización del taller participaron los médicos especialistas Carlos Ibáñez, psiquiatra jefe del Programa de Salud Mental, el psiquiatra infantil Merardo Arévalo, Monserrat Fernández, médico de familia y jefa de promoción del Servicio, Marina Casanova, psiquiatra y directora del Hospital de Día de Coronel, la psicóloga Estefanía Manosalva y la asistente social Sandra Bahamondes.

El plan del gobierno busca asegurar terapia y medicamentos de última generación a las personas que sufren esta patología, estableciendo plazos específicos para que los pacientes sean atendidos por un especialista. De esta forma, si el equipo de atención primaria tiene sospechas sobre la condición del individuo, en un plazo menor a 20 días éste deberá ser atendido por un psiquiatra, quien entregará el diagnóstico concluyente.

Dado que este trastorno afecta también a la familia del enfermo, es importante desarrollar un tratamiento psicosocial y educar al entorno del afectado para generar cadenas de apoyo, por lo que se les enseña técnicas de manejo del estrés, estrategias de comunicación y de reconocimiento de periodos que pudieran ser indicadores de algún tipo de recaída del paciente.

A este respecto el doctor Ibáñez señala que además de la gran importancia que tiene el tratamiento farmacológico, el apoyo de la familia es fundamental. “Ellos deben conocer en qué consiste la enfermedad, cuáles son sus riesgos y cómo se trata, para que posteriormente puedan ayudar en forma integral en la terapia”, explica.

Por Soledad Cabrera