Curso de Actualización en Nefrourología Pediátrica: Los nuevos retos de la especialidad
La práctica pediátrica de hoy no es la misma de hace 20 años. La medicina en el país ha evolucionado, disminuyendo los factores de riesgo y la prevalencia de muchas enfermedades que en el pasado cobraban la vida de miles de recién nacidos y niños. Sin embargo, otras patologías surgen, derivadas del mismo desarrollo social y la tecnología.
Frente a este escenario, un selecto grupo de profesionales del Servicio de Pediatría del Hospital Naval de Talcahuano, hace 17 años comenzó a preparar cursos destinados a colaborar con la formación permanente de los especialistas de la zona, actividad que en esta ocasión se realizó el viernes 8 de octubre de 2004 en el Hotel Araucano de Concepción.
El curso “Actualización en Nefrourología Pediátrica”, actividad organizada por las doctoras Marcela Díaz y Paulina Peñaranda, logró congregar a más de 70 personas, quienes participaron de las charlas y mesas redondas preparadas para la ocasión.
Las exposiciones fueron presentadas por el doctor Felipe Cavagnaro, pediatra nefrólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la uróloga infantil Paulina Baquedano, de la misma institución, el pediatra Rodrigo Vergara, de la Universidad de Valparaíso y la doctora María Antonia Bidegain, pediatra nefróloga del Servicio de Pediatría del Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción.
Entre los logros de la pediatría actual, la doctora Marcela Díaz destaca la nueva forma de enfrentar las infecciones urinarias, tratándolas en forma precoz para de esta forma evitar el desarrollo de una insuficiencia renal crónica. “Hace pocos años, no había un alto índice de sospecha de infección urinaria, por lo que pasaban como estados febriles sin foco, especialmente en los recién nacidos y en los lactantes. En este momento se tiene una conducta mucho más agresiva, ya que si un paciente presenta cualquier síntoma que haga sospechar una infección, como molestias urinarias, orinas de mal olor o fiebre, se le realiza inmediatamente los exámenes necesarios para corroborar su diagnóstico y tratarlo a tiempo”, explica.
La facultativa agrega que posteriormente el niño es sometido a estudios para descartar alguna posible malformación o anomalía asociada y se realiza un seguimiento de dos años, al cabo de los cuales, si no presenta un nuevo cuadro infeccioso, es dado de alta. “Mantener alerta en la prevención es un desafío constante. Todo lo que se detecte y se trate en forma precoz tiene mejor pronóstico”, asegura la doctora Díaz.
Los nuevos retos para esta subespecialidad pediátrica lo constituyen las patologías emergentes y la incorporación de la ecografía renal como examen de rutina para todos los recién nacidos. “La pediatría ha ido cambiando sustancialmente. El panorama es otro gracias a que han ido mejorando los niveles de calidad de vida de la gente, se ha superado la desnutrición infantil, han disminuido enfermedades infectocontagiosas como el sarampión o la difteria, se han implementado vacunas, se han aumentado medidas sanitarias y principalmente se ha educado a la población. Hoy son otros los problemas que hay que enfrentar, como por ejemplo el cuidado de los niños con enfermedades crónicas, las complicaciones que presentan los prematuros, o los malos hábitos de alimentación en los escolares”, explica la pediatra.
El curso, recibido con mucho interés por todos los asistentes, sirvió para generar una mayor integración entre los pediatras de la zona, conocer experiencias de distintos servicios de salud y reforzar la idea de que la educación, la prevención y la detección temprana de males, son factores elementales para mejorar la salud de toda la comunidad.
Por Soledad Cabrera
