El respeto a la persona como sujeto de derecho, la sexualidad de la mujer, el inicio y el fin de la vida, así como distintas corrientes y modelos de bioética, fueron los temas que se abordaron en el Curso de Actualización en Bioética que se desarrolló entre el 20 y el 23 de septiembre de 2004 en la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción.

El encuentro, que logró congregar a más de 80 estudiantes de las cinco carreras del área de la salud que imparte dicha casa de estudios superiores, fue apoyado por varios departamentos de la institución y otras entidades como la Unidad de Bioética de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Universidad Mayor y Universidad de Los Andes. Asimismo, contó con la presencia de destacados expertos, entre ellos el sacerdote español Niceto Blázquez, quien es doctor en Filosofía, licenciado en Teología y diplomado en Psicología Médica de la Universidad Complutense de Madrid.

La idea de realizar este curso surgió a partir de la inquietud de los alumnos, quienes manifestaron su interés en conocer los desafíos bioéticos que los avances de la ciencia y la técnica imponen a los profesionales de la medicina. Carmen Gloria Fraile, organizadora de la actividad quien es docente y magíster en Bioética, destacó la iniciativa. “Los estudiantes se acercaron a los profesores y plantearon la necesidad de abordar el tema de la bioética. A partir de sus consultas comenzaron las gestiones para organizar un evento en donde el tema fuera abordado no sólo por profesionales de la salud, sino también por abogados, teólogos y filósofos, que aportaron diferentes puntos de vista a las discusiones”.

El curso se centró en establecer el valor de la persona humana, su vida y dignidad, como base y fundamento de toda decisión ética. Durante el desarrollo del encuentro, hubo espacio para que diferentes formas de abordar los problemas éticos fueran expuestos, destacándose la visión de la Bioética Personalista.

Al término de las jornadas, la evaluación de los participantes fue muy positiva. “Es interesante y necesario fomentar el intercambio de opiniones que no siempre son comunes, especialmente cuando se involucran valores, a través de un diálogo con altura de miras, en un ambiente de respeto por las ideas de los demás”, señaló el doctor Fernando Heredia, médico del Departamento de Pediatría de la Universidad de Concepción, quien fue invitado a exponer en el evento.

“Nosotros queremos entregar a los estudiantes las herramientas para que puedan resolver conflictos de intereses reales que se presentan a diario en el ejercicio de la medicina. La bioética es una metodología que permite el análisis de esos problemas, para llegar a tomar las decisiones más adecuadas, lo que no es una tarea fácil”, destacó el facultativo.

El doctor Heredia explicó que la metodología que se usa actualmente en el país a este respecto, está regida por los Comités Éticos Científicos, que se dedican entre otras cosas a analizar los proyectos de investigación en que se prueban drogas. “Esto porque la investigación debe tener límites que garanticen que no se está sometiendo a riesgo a las personas. Además, al interior de los hospitales existen los llamados Comités de Ética Clínica, que analizan situaciones de pacientes puntuales”.

El profesional agregó que, para entregar sus recomendaciones a un determinado equipo tratante, los comités de ética de los centros asistenciales deben trabajar con una metodología que se basa en cuatro principios, que son la autonomía del paciente, la beneficencia, la no maleficencia y la justicia. Además tienen que considerar los valores de los miembros del equipo y de los pacientes. “Todo esto debe ser evaluado cuidadosamente, pensando siempre que el fin último es, cuando resulta posible, buscar la salud integral de la persona”, acotó el doctor Heredia.

Sin embargo, esta no es la única forma de abordar los problemas éticos al interior de los recintos hospitalarios, aspecto que fue expuesto durante el curso. “El tema no se agota aquí, es una preocupación constante el propiciar el encuentro en torno a este debate, entregar una formación sólida a los jóvenes y llegar a descubrir mediante el uso correcto de la razón el respeto al derecho a la vida”, señaló Carmen Gloria Fraile.

“Sólo si tengo vida puedo ejercitar mis derechos y hacer que otros los respeten, por lo tanto, el derecho a la vida es lo primero. Si esta premisa se cumple, hablamos de igualdad entre los seres humanos y por ende de una sociedad que sí es justa”, concluyó la enfermera.

La excelente participación de los estudiantes y su interés en continuar las discusiones entusiasmó a los presentes a seguir trabajando en este tema, por lo que se contempla la futura formación de grupos de estudio, destinados a analizar otros puntos y a preparar próximos encuentros.

Por S.C.