Con una colorida celebración realizada el 4 de octubre de 2004 en auditorio principal del centro de salud, el Servicio Pediatría de Clínica Santa María conmemoró sus 21 años, ceremonia a la que asistieron autoridades de la institución y el equipo humano que trabaja en la unidad.

En la ocasión, el doctor Marcos Emilfork, jefe del Servicio de Pediatría, hizo un reconocimiento especial por los esfuerzos y el comprometido trabajo que todos los funcionarios de la clínica desarrollaron este año, para enfrentar exitosamente la contingencia producida por el Virus Respiratorio Sincicial.

Mientras se escuchaba la canción “Color Esperanza”, el médico explicó las fortalezas del equipo humano que se desempeña en la unidad. “La gracia que tiene este equipo, como dice la canción, es creer que se puede y saber que se puede, con empeño, fervor y seguridad en uno mismo. De otra manera no habría sido posible manejar una contingencia como la que vivimos este año, que fue la situación más crítica que nos ha tocado enfrentar. Y no lo digo sólo por la gente de Pediatría, sino también por el esfuerzo realizado por todos quienes nos apoyaron en Clínica Santa María”.

Durante la celebración, se rindió homenaje a los doctores Osvaldo Danus, Humberto Del Pozo y Víctor Díaz, por la destacada y comprometida labor que han desarrollado en el servicio.

Un poco de historia

El Servicio Pediátrico de Clínica Santa María comenzó sus funciones el cinco de septiembre de 1983, con un equipo médico formado por los doctores Alberto Vigneau, Osvaldo Danus, Mario Mitnik y Marcos Emilfork y la enfermera universitaria Ignelia Ramírez.

La profesional recuerda que en los primeros años del servicio, para formar el equipo eligieron a las mejores enfermeras y auxiliares de Clínica Santa María, que contaran con experiencia pediátrica.

En un principio la unidad estaba ubicada en el segundo piso y sólo contaba con una sala de consulta que los médicos se turnaban; una pequeña sala de observación; alrededor de 10 camas para hospitalización y la Urgencia Pediátrica.

A fines de los ‘80 se creó la Unidad de Cuidados Especiales Pediátricos (UCEP), con cuatro camas, lo que permitió tratar patologías de mayor complejidad, especialmente las enfermedades respiratorias. En los años siguientes se habilitaron más consultas y creció la capacidad de hospitalización del servicio, llegando a tener hoy 35 camas, lo que les permite realizar mensualmente 7.000 consultas de pediatría básica y 3.500 de urgencia.

El doctor Emilfork explica que los desafíos futuros del servicio, son seguir creciendo en cuanto a infraestructura, desarrollo de las especialidades y labor docente. En los próximos años, se espera un mayor desarrollo en las áreas de Cardiología Infantil, aumentando la cirugía; Nefrología, introduciendo el área de los transplantes renales; Adolescencia, con programas ligados al Convenio Escolar; Neurocirugía, con un enfoque prioritario en las enfermedades congénitas; Broncopulmonar, aumentando el desarrollo tecnológico en laboratorio y Neurología, en lo que se refiere al manejo del niño epiléptico y los cuidados paliativos de enfermos crónicos o en estado terminal.

“Al mismo tiempo, está la motivación de inaugurar una Unidad de Cuidados Intermedios en la que los niños, acompañados por sus padres, puedan permanecer hospitalizados en piezas individuales debidamente visualizadas a través de un monitor, además de seguir estrechando relaciones de intercambio para el desarrollo docente con la Universidad de los Andes y el Children`s Hospital Boston, considerado el mejor centro pediátrico de los Estados Unidos”, concluye el médico.