En Bélgica prohíben productos con flúor
El ministerio de Sanidad belga tomó la decisión de retirar del mercado productos de venta libre como tabletas, enjuagues bucales, chicles, comprimidos y gotas con flúor, utilizados en la prevención de caries dentales, al considerar que su ingesta excesiva podría causar daños al bienestar de las personas.
La supresión del flúor de la lista de complementos autorizados, se produjo en agosto de 2002, tras la realización de algunos estudios científicos que relacionaron el consumo de este elemento con enfermedades como, por ejemplo, la osteoporosis.
La Sociedad de Medicina Dental belga aprobó la prohibición, argumentando que dichos productos deberían ser vendidos sólo por prescripción y en casos aislados. Sus voceros aclararon que esta medida no afecta a los dentífricos fluorados, cuyo uso no es perjudicial pues toman contacto directo con los dientes, sin necesidad de ingerirlos. Asimismo, el gobierno belga ha dicho que “los efectos positivos del flúor para combatir las caries, son cada vez más cuestionados”.
Un estudio encargado por el Consejo Superior de Higiene de Bélgica, señala que el agua potable también contiene flúor, y en particular el agua mineral embotellada que puede llegar a presentar concentraciones superiores a la dosis límite establecida para adultos.
Los investigadores recomendaron una revisión de la normativa europea, aconsejando el aviso obligatorio en las etiquetas con la leyenda “contiene flúor”, e incluso la creación de una normativa específica para las aguas que tengan concentraciones superiores a 2 miligramos por litro.
Pese a la prohibición belga, la Unión Europea permitirá el uso de flúor en productos alimenticios el 2003. Sin embargo, las autoridades de la UE advierten que un excesivo consumo de este elemento no es recomendable para la salud. Así por ejemplo, una ingesta prolongada y excesiva de flúor podría resultar especialmente dañina a edades tempranas, cuando aún se están formando las piezas dentarias, pues podría provocar una fluorosis dental que decolora el esmalte de forma permanente.
