Según investigadores europeos leer a Homero sería beneficioso para el corazón
El profesor Dirk Cysarz, de la Universidad de Witten, dio a conocer la interesante conclusión de un estudio realizado por el grupo de investigadores suizos y alemanes que lidera.
El trabajo, publicado en la edición de agosto de 2004 en el “American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology”, propone que leer a Homero es beneficioso para regular el ritmo cardíaco y bajar la hipertensión arterial.
El autor dice que leer uno a uno los versos de los poemas homéricos y repetirlos en voz alta mientras se camina -procedimiento que él llama “terapia de hexámetros”- contribuye de manera notoria al funcionamiento armónico del miocardio, pues ayuda al organismo a encontrar su mejor balance rítmico entre los sistemas cardíaco y respiratorio. Por supuesto, la “terapia de hexámetros” debe aplicarse en griego clásico, punto sobre el cual no se admiten discusiones ni reclamos.
El beneficioso efecto se explicaría porque los poemas homéricos están compuestos por hexámetros dactílicos, que generan un ritmo basado en la repetición de una unidad constituida por una sílaba larga y dos breves (u otra larga) seis veces. Cada verso está separado del siguiente por una pausa, lo que favorece la uniformidad de los latidos y ayuda a que el cuerpo encuentre su propio ritmo, según señalan los investigadores.
El estudio, que contó con la participación de científicos de Austria, Alemania y Suiza, permitió analizar el comportamiento de 20 pacientes, hombres y mujeres sanos, que promediaban los 43 años.
Los voluntarios repitieron trozos de La Odisea de Homero, mientras se monitoreaban sus corazones y pulmones, comprobándose que sus ritmos respiratorios bajaban, sincronizándose casi a la perfección con sus ritmos cardiacos. Sin embargo, los autores registraron que los ritmos abandonaban la uniformidad, una vez que los pacientes terminaban la lectura.
Pero este no es el único estudio que ha vinculado la salud humana a una condición de la mente o el espíritu. Anteriormente algunos investigadores examinaron los efectos de rezar el Ave María, el Rosario y el Mantra OM del yoga, encontrando que reducían los ritmos respiratorios a seis por minuto, lo que contribuiría al mejor funcionamiento cardiaco. Los autores de estos trabajos sugieren que estas oraciones también tienen efectos psicológicos, contribuyendo a que las personas se sientan más calmadas y susceptibles al mensaje religioso.
Cysarz, quien es miembro de la junta de teoría médica y medicina complementaria de la Universidad de Witten, argumenta que en este caso, los clásicos versos deben ser declamados en forma correcta para afectar el organismo, lo que implica pronunciar cuidadosamente cada sílaba de cada verso, manteniendo la respiración al final de cada uno de ellos.
Al conocer el estudio, François Haas, director de investigación en rehabilitación cardiopulmonar de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, dijo a la prensa que los resultados de la investigación le parecían fascinantes y tenían mucho sentido.
El científico explicó que en nuestras sociedades, tenemos múltiples ejemplos en que suceden cosas similares al efecto homérico, como la música de desfiles y marchas. Asimismo, mencionó cómo en culturas ancestrales relacionadas con mares, ríos o lagos, sus miembros recitaban salmos mientras remaban, todas las cuales serían técnicas fundamentales que sincronizan el organismo con la actividad que se está realizando.
En la publicación Cysarz advierte que leer no es una cura milagrosa para los enfermos del corazón, y recalca la importancia de los consejos y terapias médicas para enfrentar la patología.
Por C.F.
