Científicos chilenos trabajan en la creación de anticuerpos contra artritis reumatoide
La artritis reumatoídea que afecta a más de 74.000 chilenos limitando su capacidad de movimiento, significa para quien la padece la necesidad de acceder a terapias que superan incluso los seis millones de pesos anuales.
Frente a esta realidad, académicos del Programa de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, se encuentran implementando un laboratorio que les permita crear anticuerpos monoclonales modificados, elementos básicos para generar una droga que disminuye los síntomas y detiene el avance de la enfermedad, proyecto para el cual cuentan con financiamiento del Fondo de Fomento para el Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef).
Los gestores de la idea son los doctores Juan Carlos Aguillón y María Carmen Molina, especialistas que han realizando varios estudios en el área, durante los últimos 10 años. “Se ha demostrado que si la molécula TNF (Factor de Necrosis Tumoral) –central en la respuesta inmune de los vertebrados- se encuentra en concentraciones superiores a lo normal, produce daño participando en procesos como el shock séptico y una serie de estados crónicos tales como la artritis reumatoídea, el lupus eriteratoso sistémico y el mal de Crohn”, explica el doctor Aguillón.
El profesional señala que en trabajos con ratones, produjeron anticuerpos monoclonales contra el TNF humano, logrando en 1996 elaborar un modelo experimental de artritis murina (variedad de la patología inducida en los roedores), demostrando que el bloqueo de la molécula de TNF inhibe los signos y progresión de esta enfermedad en los ratones. “Sin embargo, los anticuerpos creados en los animales no resultaron útiles en los humanos, puesto que generan una respuesta adversa que se expresa en inflamación articular, rash cutáneo y falla renal”, señala el especialista.
Los científicos están convencidos de que en la actualidad es posible modificar genéticamente estos anticuerpos, para hacerlos porcentualmente más compatibles con el sistema humano en términos de estructura química, labor que ya se está desarrollando en países del Primer Mundo, permitiendo alcanzar una importante respuesta en la detención de los signos, síntomas y el avance de la artritis.
“Nuestro próximo paso es transformar genéticamente los anticuerpos de ratón que ya tenemos, para crear anticuerpos monoclonales modificados para el reconocimiento de TNF, proyecto que, en un futuro próximo, debiera bajar ostensiblemente los costos de las drogas que se utilizan en artritis reumatoídea”, agrega la doctora María Carmen Molina.
La profesional dice que estos anticuerpos modificados podrán utilizarse para el tratamiento de las otras patologías relacionadas con el aumento de esta citoquina, como el mal de Crohn, colitis ulcerosa y espondilitis anquilosante, entre otras.
Una vez desarrollado el anticuerpo, los científicos del Programa de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile proyectan crear una empresa de biotecnología, que permitiría producir drogas para enfrentar molecularmente otras patologías, como las toxinas marinas que provocan el cuadro de marea roja o neutralizadores de componentes activos del veneno de la araña de rincón.
