Certifican a Clínica San José de Arica como centro apto para realizar implantes cocleares
En una operación que duró más de tres horas, los otorrinolaringólogos Luis Dentone y Rocco Calíbrese del Hospital Barros Luco Trudeau de Santigo, lograron implantar en el oído de un niño de dos años y ocho meses de edad un dispositivo coclear de alta resolución.
La intervención quirúrgica, que se llevó a cabo en enero en la Clínica San José de la ciudad de Arica, en la I Región, fue la primera vez en nuestro país, y la segunda en Latinoamérica, que se utiliza un implante de cóclea de estas características, pues el aparato capta un rango de niveles de sonido de hasta 82 decibeles, mientras que los dispositivos que se utilizaba anteriormente llegan sólo a 30. Asimismo, el implante estimula el nervio auditivo a través de 16 electrodos, que se pueden configurar para adaptarse a las condiciones de escucha del paciente y, de esta manera, otorgar un sonido con apariencia más natural.
El menor que recibió el moderno aparato, perdió completamente la audición de ambos oídos como secuela de una meningitis que sufrió a principios de 2003. Tras la intervención que permitió insertar exitosamente el dispositivo en su oído derecho, el menor podría recuperar hasta en un 90 por ciento la facultad perdida, luego de pasar por varias etapas de rehabilitación.
En primer lugar, es necesario que su oído cicatrice para encender el aparato. Durante este año, el pequeño paciente deberá someterse a un intenso trabajo de rehabilitación fonoaudiológica, con el objetivo de recuperar las habilidades de lenguaje, cuyo desarrollo quedó suspendido luego de sufrir la meningitis. Posteriormente, será necesario un período de calibración del dispositivo, hasta lograr una calidad de sonido que sea óptima para él.
Uno de los aspectos que hace especialmente atractivo el desarrollo de esta intervención en Arica, es que al ser esta una zona franca de extensión, el aparato cuyo valor bordea los 25 mil dólares, es bastante más económico en esta ciudad.
Oído biónico
El uso de los implantes cocleares fue aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) en 1985, pero sólo comenzó a utilizarse en Latinoamérica cinco años más tarde.
El aparato permite transformar la información acústica en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo, restaurando la audición útil en personas sordas cuando la discapacidad es producto de falta de desarrollo del órgano de la audición o porque éste ha sufrido algún daño por una enfermedad.
