Cuatro de las 67 embarcaciones que participaron en la “Regata 35 Sur – Chiloé 2004”, tenían entre sus tripulantes a connotados médicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Aprovechando la oportunidad para lucir en las velas de sus embarcaciones el distintivo de la Facultad de Medicina de dicha casa de estudios -que acaba de cumplir 60 años-, los urólogos Luis Martínez Venegas (Capitán Calvo), Pedro Martínez Sanz (Viento Sur) y Fernando del Campo Schulze (Meulén III), y el oncólogo Ignacio Goñi Espíldora (Iñaki), se dieron cita en representación de distintos equipos en los fiordos de Chiloé.

La octava versión de la competencia que organiza el Club Náutico Oceánico de Chile, logró congregar a más de 500 navegantes entre el 24 y el 31 de enero, en un track (recorrido) de 200 millas marinas que unen Puerto Montt, Calbuco, Quemchi, Achao, Castro y Mechuque.

En el encuentro de Chiloé -circuito compuesto por siete de las 25 regatas que constituyen el Campeonato Nacional Oceánico Copa UBS 2003/2004- participan cinco categorías IMS (International Measuring System) de embarcaciones, las cuales según su tamaño, características y capacidad de navegación se encuentran divididas en las clases IMS A; IMS B (azul y amarilla); Club; J-24, y Costera, lo que permite establecer un sistema de rating comparativo del desempeño de veleros que tienen distintas cualidades.

La categoría IMS A, está compuesta por barcos que sólo se utilizan en regatas, pues por un tema de peso cuentan con mínimas acomodaciones. Los IMS B (azul y amarilla), en cambio, tienen cocinilla, baños y camarotes, por lo que sirven para competencias, pero también para vivir o pasear.

Mientras que en la clase IMS A, el barco ganador fue Volvo de Emilio Cousiño y Bernardo Matte, en la categoría IMS B azul, el primer lugar lo obtuvo la tripulación a cargo del doctor Luis Martínez, jefe de la División de Cirugía del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuyo velero lleva por nombre Capitán Calvo. “Creo que bautizar una nave es una buena oportunidad para reírse un poco de uno mismo”, explica el médico.

El velero del doctor Martínez Venegas es un Bénéteau First del 2003, embarcación Crucero-Regata, cuya eslora (largo) es de 36.7 pies -unos 11 metros- y pesa cerca de seis toneladas. “Tiene todas las características de un diseño moderno y cuenta con óptimas condiciones aerodinámicas, por lo que es muy rápido. Además esta nave tiene una superficie vélica de 85 metros cuadrados. Ese es el motor del barco, porque estos botes cuentan con motores accesorios, pero sólo se usan para salir de circunstancias de emergencia”, añade el médico.

Para el doctor Martínez Venegas, quien se inició hace 30 años en la navegación con un velero de vela ligera y, hace una década, con embarcaciones oceánicas, en su triunfo hubo mucho de suerte, pero hay otros factores más importantes que influyeron para ganar: “tener un buen bote y muy moderno, buenas condiciones climáticas y una excelente tripulación. Es tan importante el trabajo en equipo, que el concepto de el más importante es malo incluso para el capitán, porque cada uno tiene una función específica y fundamental”.

En esta oportunidad, además del médico, el joven equipo que tripuló la embarcación estuvo compuesto por su hijo, el ingeniero comercial Juan Pablo Martínez; su yerno, el psicólogo Mauricio Arteaga; su sobrino, el cientista político Andrés Villar; el arquitecto Daniel Súnico; los marineros Juan Carlos Gutiérrez y Cristián Sagredo, y el yatista argentino Jorge “Yiye” Torres. El médico explica que gran parte de las embarcaciones cuenta con tripulantes extranjeros, sobre todo provenientes de Argentina, pues en ese país el deporte está sumamente desarrollado.

El premio del circuito fue una gran copa para Capitán Calvo y una medalla para cada uno de los tripulantes. “También obtuve el honor de ser el primer capitán del Club Higuerillas que gana en mi categoría”, señala.

El profesional explica que este es un pasatiempo que lo mantiene entusiasmado en todo momento. “Cuando estás en una regata hay tanto trabajo que el tiempo pasa de forma extraordinariamente rápida. No hay mucho espacio para filosofar, sin embargo, la mayoría de los que practicamos este deporte disfrutamos del mar, estar en contacto con la naturaleza y la dimensión estética que tienen los botes de vela. Además está el tema del silencio, porque cuando el velero se desplaza, lo único que sientes es el ruido de las velas, de los cabos, de las brisas que golpean contra determinadas partes del barco y la estela que éste va dejando. Eso es algo hermosísimo”.

Agrega que el yatismo es un gran desafío. “Y a mi edad (61) tomar desafíos continúa siendo muy interesante. Es un hobbie en el cual existe la posibilidad de ir progresando y eso es algo muy atractivo que no se da en otros deportes. Yo jugaba tenis, era pésimo (ríe) y dejé de jugar porque no progresaba”.

El doctor Luis Martínez compite en las 25 fechas del campeonato nacional, por lo que en estos días se encuentra preparando su participación en la “Regata CNP”, que se llevará a cabo los días sábado 27 y domingo 28 de marzo en Higuerillas, Con Con.

El premio final del Club Náutico Oceánico se entrega en el mes de mayo y, hasta el momento, la embarcación del médico se encuentra en el tercer lugar, entre los 12 barcos que compiten en su categoría.