El arte de esculpir seduce a médicos del norte grande
Hefesto era el herrero de las deidades griegas, artesano mitológico encargado de proteger la herrería, la escultura, la metalurgia y el fuego. Su fragua era un volcán y en ella se forjó la mayoría de las armas para los dioses. Desaparecida la herrería, esta herencia milenaria quedó en manos de los escultores, quienes, a partir del uso de los metales, dieron vida a un imaginario de volúmenes y formas que son reflejo del alma humana.
Desde tiempos remotos, el hombre sintió la necesidad de esculpir. La escultura tuvo en su principio una única función: su uso inmediato. Posteriormente, se añadió una función ritual, mágica, funeraria y religiosa. Esta funcionalidad fue cambiando con la evolución histórica, adquiriendo una principalmente estética o simplemente ornamental y llegó a ser un elemento duradero o efímero
Al principio lo hizo con materiales simples que tenía más a mano como piedra, arcilla y madera. Pero, con el tiempo, buscó otro tipo de materiales como bronce, hierro, plomo o cera para crear formas artísticas en tres dimensiones.
Con el objetivo de abordar el fenómeno creativo escultórico, tanto desde la perspectiva de la experiencia como desde un ángulo más académico, se desarrolló la segunda actividad de SAVAL en el Arte y Cultura programada por Laboratorios SAVAL para este año en la ciudad de Antofagasta.
El encuentro, que se desarrolló en el auditorio del Centro SAVAL de Cooperación Científica de la ciudad, contó con la participación de una veintena de profesionales de la salud ávidos de aprender un poco más sobre el arte de tallar y esculpir.
“Dando forma al metal”, la amena charla cultural, fue dirigida por el escultor y pintor Avelino Sanhueza Hamen, profesor de artes con especialidad en escultura de la Universidad Católica del Norte (UCN), quien entregó una visión acotada de la escultura, desde la perspectiva del productor como del espectador.
“Básicamente fue entregar algunas herramientas para que nuestros oyentes pudieran realizar el análisis de una escultura y conocer una de las técnicas más antiguas de la elaboración de ella en metal, que es la fundición a la cera perdida”, comentó el expositor.
Asimismo destacó que “a través del tiempo se han incorporados nuevas técnicas y materiales, así como equipos modernos para facilitar la producción. Pese a ello, algunos escultores han tratado de conservar sus características originales, las que todavía se emplean con cierta rigurosidad para mantener la tradición. Esas técnicas la gente las conoce por su resultado, pero no por la forma cómo se conciben”.
Los asistentes pudieron tener una visión general de los procedimientos que se necesitan realizar para llegar a una pieza en metal, reflejando los cambios y el modo de ver las cosas a través del tiempo. Además, tuvieron la oportunidad de conocer parte de la producción escultórica y pictórica del artista.
La pediatra Luisa Kemm destacó que esta actividad fue interesante y entretenida. Coronó un ciclo muy atractivo que empezó con música y terminó con arte. “Mi evaluación es muy buena. De hecho espero se vuelvan a repetir”.
Para el psiquiatra Luis Lacouture este tipo de instancias “permiten el acercamiento entre los artistas y los médicos interesados en el arte. Además, son un punto de encuentro con otros colegas. Me sorprendió gratamente el señor Sanhueza, con su presentación. Ojalá que se sigan desarrollando estos encuentros en 2013 con otros temas como teatro, literatura, folklor o poesía. Me parece que son un aporte a la salud mental de nosotros. Salir del trabajo y no hablar de él, qué mejor. Por eso estoy abierto a la experiencia de lo que pueda pasar”.
Esta fue la última actividad del año de la histórica iniciativa de Laboratorios SAVAL en la ciudad de Antofagasta, que busca entregar un constante apoyo al desarrollo y difusión de diferentes e interesantes ramas de las humanidades.
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