Pediatras abordan influencia emocional de enfermedades
Más de 15 pediatras de la ciudad de Iquique asistieron a la conferencia “El hombre y su ser infinito”, del doctor Manuel Ramírez Morales, cirujano maxilofacial y académico de la Universidad Mayor.
El encuentro fue organizado por la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), Filial Iquique y se desarrolló en el auditorio Dr. Pablo Cerda del Hospital Dr. Ernesto Torres Galdames de Iquique, donde el especialista en medicina no convencional introdujo a los pediatras en los conceptos básicos relacionados con la medicina del alma; los fundamentos de la existencia; la felicidad; el enfermar y sanar, es decir, enumeró las situaciones que ocurren cuando los estados emocionales terminan desequilibrando a las personas, produciendo patologías.
Antes de entrar en el tema, el especialista compartió con los asistentes su experiencia de haber abandonado la docencia en el año 1990 para luego retomarla en 2000, período en el cual se “encerró” a estudiar la forma “no convencional” de entender la vida y las ciencias como la medicina.
Durante ese periodo de introspección, se dio cuenta que “nosotros los seres humanos somos infinitos, y nos ponemos finitos en nuestra vida y existencia, porque nos limitamos a ver lo que está a la cercanía de los ojos, y el mundo que existe es mucho más grande”.
Para él el hombre es un microcosmos conectado con el macrocosmos, donde las estrellas, los planetas y cometas no son lejanos a nosotros, está todo conectado, no es ajeno a nuestra vida, funcionan todos exactamente igual y en perfecta sincronía”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social. Por lo que el doctor Rodríguez a través de este viaje especial –en el que habló “desde el corazón”, acompañado de emotiva música y bellas imágenes- llamó a los asistentes a equilibrar el alma con el cuerpo, ya que “cuando se produce un desequilibrio o disociación entre estos dos elementos, es cuando el organismo se enferma, pierde la conciencia.
Para él, una de las claves para mantener ese equilibrio es cumplir con la gran obligación que nos propone la vida: ser felices.
