A lo largo de sus años, innovación y creatividad han sido dos de los pilares en los que se ha fundado Laboratorios SAVAL, y que le han permitido afianzar un potente liderazgo y reconocimiento a nivel nacional. Una de las características del laboratorio, además de su completa gama de medicamentos, es el permanente aporte al desarrollo científico de los actores del sistema, entendiendo que su accionar como empresa transita por estos dos caminos de manera indisoluble: el aporte al desarrollo de medicamentos de alta calidad y la contribución al desarrollo de los profesionales de la salud.

Un poco de historia

Laboratorios SAVAL se inicia en España durante los años 30, para luego continuar en Chile a fines de esa década, y en otros países latinoamericanos en años posteriores.

En sus inicios estuvo ligado de manera exclusiva al campo de la oftalmología, bajo el nombre de Laboratorios Nicolich, y durante 20 años introdujo numerosos medicamentos en el país logrando alcanzar el liderazgo en esta especialidad.

Rápidamente amplió su participación a otras especialidades, situándose en un nivel de liderazgo dentro de la industria farmacéutica nacional, haciendo grandes aportes en las áreas de infectología, oftalmología, gastroenterología, cardiología, broncopulmonar, psiquiatría y reumatología, entre otras.

En su discurso inaugural, el Presidente de laboratorios SAVAL, Don Emilio Saval Prados, recordó cómo fueron sus inicios.

“Hoy se cumple un nuevo hito con la inauguración de esta planta lo que constituye la materialización de diversos proyectos que venimos desarrollando desde hace más de 70 años. El origen de nuestra compañía se remonta a 1938, cuando mi padre, Francisco Saval, llegó de España y fundó Laboratorios Nicolich especializado en productos oftálmicos, con gran acogida de los oftalmólogos chilenos. En 1958, a su fallecimiento, y al asumir yo el control de la compañía, me propuse realizar tres proyectos que me rondaban desde hacía varios años: el primero, cambiar el nombre de la empresa y llamarla Laboratorios SAVAL, pero manteniendo la línea oftálmica Nicolich; el segundo, ampliar la gama de productos consiguiendo representar a los laboratorios ingleses de investigación que en aquellos años eran los más importantes del mundo (Burroughs Wellcome y Beecham Research), y luego sumar a otras compañías de renombre internacional; y el tercero, levantar una planta en Panamericana Norte, confiando en el futuro estratégico de esta gran arteria de transporte y comunicación. Todos estos proyectos se fueron cumpliendo a lo largo del tiempo, y hoy, después de más de 50 años, estamos inaugurando nuestras nuevas instalaciones con tecnología de punta para la fabricación de medicamentos en todas las aéreas”.

En la última década, Laboratorios SAVAL ha incursionado en numerosos países de la región, participando en esos mercados con el mismo espíritu de trabajo con que se ha desarrollado hasta hoy: ofreciendo gran diversidad de productos y servicios con base en su misión corporativa y en el deseo de seguir aportando innovaciones farmacéuticas que incidan favorablemente sobre la salud de las personas.

En su intervención, el Presidente de laboratorios Saval agregó que la filosofía de la empresa se ha basado siempre en la excelencia; “elogiamos las políticas de salud que promueven estos estándares para la fabricación de productos farmacéuticos en Chile. A diferencia de otras compañías que han preferido establecer sus actividades en otros países, nosotros creemos que hacer empresa es también hacer país, y eso es algo que excede largamente los límites de una decisión de inversiones, y debiera considerarse en la imagen que se tenga de la industria farmacéutica nacional”.

La ceremonia tuvo lugar en el entorno y los jardines de la empresa, y a ella asistieron numerosas autoridades del ámbito de la salud pública chilena, representantes de clínicas y hospitales, de la industria farmacéutica nacional y extranjera, y de diversos gremios de la salud.

También hizo uso de la palabra la doctora María Teresa Valenzuela, Directora del Instituto de Salud Pública de Chile, quién consideró un honor la invitación extendida por el laboratorio. “Que la industria farmacéutica nacional se comprometa a dar estos grandes pasos, significa una profunda responsabilidad ética y regulatoria para supervisar la seguridad de los medicamentos desarrollados, y acompañar, claramente, una política de gobierno que creo que en estos últimos años ha evidenciado, a través de la capacidad del ISP y de su agencia nacional de medicamentos, lograr que toda la industria nacional, realmente cuente con los mejores estándares de calidad. Veo que el laboratorio potencia los valores de las relaciones humanas y busca cumplir con las buenas prácticas laborales. Los felicito por el esfuerzo, por hacer cada vez mejor sus procesos productivos, y por no olvidar que la salud es uno de los fundamentos más importantes que debe tener una sociedad”.

Aprovechando la ocasión, un grupo de representantes del ISP realizó una visita a la nueva planta de producción. Al final del recorrido su Directora, en conversación con SAVALnet, señaló lo siguiente: “mi impresión es extraordinariamente positiva, SAVAL tiene una larga tradición en nuestro país en lo que es la producción de medicamentos de calidad, son 75 años de existencia, y que ahora inaugure una planta tan moderna, en la cual se ve que cumple con todo lo que es la normativa de buenas prácticas de manufactura, lo que constituye una meta para nosotros como institución, es claramente un avance, un logro tremendamente valorado, y lo que esperamos es que ojalá, las 38 plantas que existen en nuestro país, tengan estos estándares de calidad. El hecho de tener plantas que están asegurando todos los procesos de producción, es un claro mensaje para la población de que pueden estar seguros sobre lo que se está consumiendo”.

Finalmente, la senadora Soledad Alvear, miembro de la comisión de constitución del Senado, dirigió unas palabras a los asistentes: “felicitarlos y desearles realmente que sigan trabajando de esta forma y que perseveren en la política de darle a esta empresa, una calidad de vida para todos los que la integran. Ojalá eso lo lograsen todas las empresas en Chile, sin duda tendríamos un país más humano y más integrado”.