Inauguran centro integral de salud mental en Viña del Mar
Las personas que sufren de trastorno de personalidad limítrofe tienen un funcionamiento cerebral inefectivo, que los lleva a la ideación suicida y a provocarse mutilaciones que, en muchos casos, tienen como consecuencia hospitalizaciones repetidas e incluso la muerte.
Aunque estos pacientes son apoyados con fármacos, los mayores logros en sus tratamientos se han obtenido con la terapia conductual dialéctica (TCD), mediante la cual se aplican en los enfermos psicoterapias individuales y grupales, además de técnicas dialécticas y prácticas Zen.
Desde hace un par de años, miembros del equipo de psiquiatría del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar se formaron en terapia dialéctico conductual y comenzaron a aplicarla con pacientes que tenían patologías graves de desregulación emocional y de descontrol conductual. Los resultados obtenidos fueron tan buenos, que se organizaron para crear un Centro Integral de Salud Mental con el objetivo de replicar la experiencia en la práctica privada.
“Aquí nos hemos reunido como equipo, ya somos cuatro terapeutas formados, uno de nuestros integrantes comienza a hacerlo este año, y con él vamos a ser cinco, porque se requiere un manejo en equipo. Hay psiquiatras, terapeutas individuales y dos formadores de habilidades, porque esta terapia tiene un componente educacional muy importante”, comentó la doctora Paulina Corsi, una de las especialistas fundadoras.
La doctora Corsi destacó que la idea de formar este centro, que abrió sus puertas durante el mes de abril, nació “a partir de que la mayoría de nosotros estábamos trabajando en conjunto en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar y como quisimos replicar el trabajo que se hace a nivel público en el ámbito privado, decidimos crear este centro”.
“En este momento somos doce profesionales las psiquiatras Paulina Muñoz, Maritza Gallardo y yo; y los psicólogos Marcelo Cárcamo, Nelson Rojas, Giovanna Arancibia, Rodolfo Pérez de Arce, Mariana Searle, Paulina Barrientos, Lucia Vázquez, Loreto Lillo y Marisol Puelma. Algunos participan de la terapia conductual dialéctica, pero tenemos profesionales preparados en terapia sistémica que ven parejas y familia, adolescentes con problemas de alcohol y drogas, tenemos una terapeuta conductual y hay un psicólogo psicoanalítico”, señaló la doctora Corsi.
“El componente dialéctico conductual se diferencia de la terapia cognitiva pura, porque esta última está centrada fundamentalmente en el cambio. La terapia dialéctica conductual agrega un componente de aceptación. Cuando estaba todo centrado en el cambio, muchos pacientes abandonaban la terapia, porque sentían que no eran comprendidos. Acá tenemos gran adhesión porque hay un balance entre aceptación y cambio”.
Las familias que tienen a algún paciente con este tipo de patologías – y que han pasado por muchas terapias y no han sido eficientes- están más dispuestos a hacer algo que de verdad sea efectivo. Si bien el costo es un poco elevado y el programa es bastante exigente, por el esfuerzo y compromiso del paciente, los resultados son muy alentadores.
Si bien esta terapia fue diseñada, primeramente, para tratar personas con trastornos limítrofes de la personalidad que atentan frecuentemente contra su vida, hoy se ha extendido a otro tipo de descontrol de impulsos, por ejemplo, asociado a consumo de drogas, trastornos alimenticios y a pacientes graves en general como adolescentes con problemas conductuales serios.
