Trazan nueva estrategia nacional de salud para la próxima década
En los últimos años se ha producido una transición epidemiológica en el país. Hoy, a diferencia de 20 años, un 84 por ciento de la carga enfermedades que afectan a la población son por patologías crónicas: digestivas, cardiovasculares, cerebro vasculares y cánceres, las que, a su vez, son responsables de más de un tercio de las muertes de los chilenos.
De eso da cuenta la última Encuesta Nacional de Salud 2010, que arrojó un duro diagnóstico: un 67 por ciento de la población mayor de 15 años tiene sobrepeso o es obesa, un 26,9 padece de hipertensión, un 9,7 es diabética, un 17,2 padece síntomas de depresión y un 88,6 por ciento es sedentaria.
Ante ese escenario, el gobierno diseñó una Estrategia Nacional de Salud o Metas 2011-2020: Elige Vivir Sano, que definió nueve objetivos para los próximos 10 años que dicen relación con reducir: la carga sanitaria de las enfermedades transmisibles y contribuir a bajar su impacto social y económico; la morbilidad, la discapacidad, y mortalidad prematura por afecciones crónicas no transmisibles, trastornos mentales, violencia y traumatismo; los factores de riesgo asociados a carga de enfermedad a través del desarrollo de hábitos y estilos de vida saludable; la mortalidad, morbilidad y mejorar la salud de las personas, a lo largo del ciclo vital; las inequidades en salud de la población a través de la mitigación de los efectos que producen los determinantes sociales y económicos en la salud; proteger la salud de la población a través del mejoramiento de las condiciones ambientales y de la inocuidad de los alimentos; fortalecer la institucionalidad del sector salud y la respuesta adecuada del sector salud ante emergencias, desastres y epidemias; y mejorar la calidad de la atención en salud en un marco de respeto de los derechos de las personas.
Asimismo, se delinearon 50 metas sanitarias –como disminuir en 10 por ciento la obesidad infantil y 15 por ciento el suicidio adolescente, aumentar en 20 por ciento el uso de preservativo entre los jóvenes y en 30 por ciento la actividad física- y 513 indicadores, a través de los cuales se va a monitorear el cumplimiento de estas medidas.
Para lograr de estos objetivos no basta con la intervención, desde el punto de vista sanitario, se requiere de una estrategia intersectorial que involucre a distintos organismos del Estado. Sobre esta materia, el doctor Jaime Mañalich, ministro de Salud, señaló que “nuestro programa de salud está orientado a tres puntos principales, prevenir mejor las enfermedades; garantizar a todos los chilenos del sistema público o privado de salud, una atención digna oportuna y de calidad; y, cosa que estamos cumpliendo vertiginosamente, aumentar la infraestructura hospitalaria”.
Por eso, esta estrategia abre un desafío “abrumador enorme, una carta de navegación que hay que transformarla en realidad. Si no somos capaces de cambiar el rumbo vamos a llegar a hacer un país viejo y enfermo, antes de ser desarrollado”, puntualizó el ministro.
