La perinatología es la rama de la medicina que se ocupa del estudio de la anatomía y fisiología de la madre y de su hijo, tanto en gestación como después de nacido, y del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, principalmente de alto riesgo, que se manifiestan durante la formación, el parto y el puerperio, vale decir, el periodo postparto que transcurre hasta que los órganos de la mujer vuelvan al estado en el que se encontraban antes del embarazo.

La investigación de los factores de riesgo, antes y durante el embarazo, como el metabolismo glúcido, síndrome de ovario poliquístico, anemia e hipertensión, entre otros, cobran cada vez mayor relevancia y la actualización de conocimientos resulta fundamental para los especialistas.

En este contexto, durante el jueves y viernes de la semana pasada se realizó el III Curso de Actualización en Perinatología y Ginecología, en el Hotel Dreams de Temuco, organizado por el Departamento de Obstetricia y Ginecología y por la Oficina de Extensión de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Frontera.

La actividad, que estuvo dirigida por la doctora Margot Acuña y coordinada por los doctores Néstor San Martín, Ricardo San Martín y Patricio Valdés, reunió a más de 200 médicos, ginecólogos, matronas, becados y estudiantes de distintas carreras de las ciencias de la salud la Región de la Araucanía, quienes abordaron temas como control prenatal, síndrome hipertensivo, restricción de crecimiento intra uterino, monitorización fetal intraparto, climaterio, actualización en nomenclatura y manejo de complicaciones de cirugía de piso pélvico, entre otros.

Para el doctor José Poblete, integrante de la Unidad de Medicina Materno Fetal del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica, “las patologías que ponen en riesgo la vida de la madre y del niño son el SHE y las enfermedades concurrentes o crónicas no asociadas al embarazo ocupando los dos primeros lugares, lo que se da porque las mujeres se están embarazando a mayor edad y porque el avance de los tratamientos farmacológicos permite que mujeres que antes no se podían embarazar ahora si lo hagan lo que les confiere un riesgo a ellas y a sus fetos”.

Además del doctor Poblete, el III Curso de Actualización en Perinatología y Ginecología, auspiciado por la Sociedad Médica de Cautín, contó con la participación de los médicos Eduardo Faúndez, Jorge Becker, Rudecindo Lagos, Juan Daniel, Manuel Parra y Jaime Martínez, académicos de la Universidad de Chile, Universidad de Talca, Universidad de La Frontera y Universidad Central de Talca, además de los médicos René Montaño, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Climaterio, y Eghon Guzmán, asesor del Ministerio de Salud.

“Nos hemos centrado en analizar aspectos del embarazo de alto riesgo, es decir, aquel grupo de mujeres embarazadas que dadas sus condiciones maternas o fetales tienen riesgo de morbilidad o mortalidad. Chile tiene buenos indicadores en mortalidad materna e infantil que nos sitúan muy bien en Latinoamérica, sin embargo, tenemos eventos adversos. En nuestra región lamentamos tres o cuatro muertes maternas todos los años a causa del embarazo que están vinculadas a patologías graves como Síndrome Hipertensivo (SHE) o enfermedades maternas asociadas al embarazo, por lo que nuestros esfuerzos están destinados a disminuir los riesgos en las embarazadas”, comentó el doctor Carlos Vallejos, director del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la UFRO.

Estadísticas del año 2008 establecen que la mortalidad materna es de 16 por 100 mil nacidos vivos, en tanto que en 1998 eran 20 por 100 mil nacidos vivos, pero las causas de muerte han cambiado, apareciendo los embarazos en mujeres menores de 15 años y mujeres mayores de 35 años, como el principal grupo en que aumenta la causa fallecimiento por SHE.

Por otro lado, la doctora Margot Acuña subrayó que “existen indicaciones precisas para la Terapia de Reemplazo Hormonal en todas aquellas pacientes que tienen síntomas climatéricos o con riesgo de osteoporosis o cardiovascular, pero no todas las pacientes pueden usar esta terapia por lo que debe ser el especialista quien las evalúe. Aquellas que presentan contraindicaciones como antecedentes de cáncer de mama en la familia o que tengan este cáncer, alteraciones trombóticas, cáncer de endometrio, con daño hepático crónico, fumadoras o con triglicéridos muy altos son pacientes que no pueden usar estas terapias. Cabe destacar que las hipertensas y diabéticas, bien controladas, no tendrían inconvenientes”.