Con el objetivo de dar a conocer a los estudiantes de medicina y obstetricia y puericultura sobre la experiencia de los equipos que están trabajando en Antofagasta, el área de perinatología del Departamento de Obstetricia de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Antofagasta (UA) organizó un encuentro para analizar el tema “Medicina reproductiva en la Segunda Región”.

La infertilidad es uno de los problemas más dolorosos para las parejas chilenas. Por lo que dentro de los aspectos más importantes en el estudio y tratamiento de la pareja infértil es su constancia, ya que permite lograr las mayores posibilidades de éxito en el menor tiempo.

Así lo dieron a conocer los doctores Gregorio Evans y Jacqueline Rudulfo de la Clínica de la Mujer de Antofagasta, que cuenta con el primer centro de alta complejidad en la zona norte de nuestro país, dirigidos a parejas con problemas de fertilidad; junto al doctor Pedro Balmaceda.

Entre los temas destacaron aquellos relacionados con los avances en la medicina reproductiva, estudio de la pareja, diagnósticos y tratamientos. A juicio del doctor Evans, “la mayor causa de infertilidad en Antofagasta se debe a las infecciones y alteraciones en la continuidad de las trompas uterinas de la mujer, mientras que en los hombres, lo más común es la disminución de la calidad de los espermios”.

Si bien no hay un tratamiento 100 por ciento efectivo, estos dependen de los pacientes y de utilizar un método adecuado. Según el especialista, la fertilización in vitro es lo más complejo en técnicas que existe y es el último procedimiento al que se someten las parejas.

Dentro de las conclusiones, los especialistas señalaron que en Antofagasta las mujeres que más consultan por los tratamientos de fertilidad son aquellas que fluctúan entre 35 y 39 años de edad, y “de todas las parejas que se someten a tratamientos sólo un 35 por ciento de ellas logra un embarazo”, señaló el doctor Evans.

La infertilidad puede producir gran angustia y tensión en la pareja, especialmente cuando se sienten presionados por amigos y familiares por lo que se les aconseja a apoyarse uno a otro, y discutir su caso sólo con el médico quien les podrá dar un consejo que sea el más adecuado para ellos.