Hospital Clínico U. de Chile exporta Plasma Sanguíneo
A principios de los ’90, profesionales del centro asistencial detectaron que en los Bancos de Sangre de los hospitales de todo el país se eliminaba una importante cantidad de plasma sanguíneo, por la falta de una planta de hemoderivados que lo utilizara en la elaboración de productos farmacéuticos, por lo que se encomendó a una empresa especializada en comercio exterior que buscara alternativas para su aprovechamiento y presentara un proyecto.
Finalmente, tras un año analizando los posibles escenarios, los directivos del Hospital Clínico eligieron al Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad de Córdoba, Argentina, por la calidad de los productos que obtiene, la capacidad instalada, el prestigio adquirido en la región y sus volúmenes de producción y comercialización.
El acuerdo entre ambas instituciones se formalizó el 14 de junio de 1994, estableciendo que la entidad chilena entregaría al laboratorio argentino albúmina sérica humana e inmunoglobulina endovenosa, entre otros derivados.
Rápidamente, el Hospital Clínico comenzó a coordinar convenios similares entre otros establecimientos asistenciales y la entidad trasandina, supervisando todas las normas técnicas en ambos países.
Desde entonces, esta exportación no tradicional le ha significado al Hospital Clínico ganancias en beneficios sociales, que han sido aportadas a las instituciones de salud del país y equivalen a un millón de dólares.
En la actualidad existe una verdadera Red Nacional de hospitales y clínicas que en los últimos 10 años han contribuido con 57 mil kilos de plasma, cuyos productos representan ventajas a nivel microbiológico y epidemiológico.
La albúmina está indicada en urgencias como la prevención o tratamiento de shock potenciales o declarados; para evitar la aparición de un colapso cardiovascular; prevención de embolias postraumáticas; colapso tóxico; shock obstétrico; en pancreatitis agudas hemorrágicas; shock en edemas angioneuróticos y en peritonitis; tratamiento de quemaduras graves; ictericia del recién nacido; desórdenes hepáticos graves; carencias crónicas de trastornos esofágicos; gástricos e intestinales, y tratamiento de edema cerebral.
La gammaglobulina endovenosa, en tanto, está indicada para déficit congénitos o adquiridos de la inmunidad humoral, como deficiencias caracterizadas por síndromes variados en niños, infecciones graves generalizadas y otras enfermedades autoinmunes.
