Con la presencia del Ministro de Salud, doctor Pedro García, del decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, doctor Jorge Las Heras, y la directora del Hospital Luis Calvo Mackenna, doctora Dolores Tohá, entre otras autoridades del ámbito de la salud y del propio Hospital, el 2 de diciembre de 2003 se efectuó la inauguración de la nueva Unidad de Hemodiálisis del centro asistencial, actividad durante la cual se desarrolló un emotivo homenaje al doctor Federico Puga Concha.

En reconocimiento a su valiosa labor como presidente de la agrupación AMICAM (Amigos del Calvo Mackenna) y lo que este trabajo ha significado para el hospital y la salud de los niños que allí se atienden, la moderna unidad fue bautizada con el nombre del profesional, puesto que la materialización de este proyecto también fue posible gracias a una iniciativa del propio doctor Puga.

La ceremonia comenzó con un discurso de la doctora Ángela Delucchi, jefa de la Unidad de Nefrología del Hospital Calvo Mackenna, quien hizo un recuento histórico de la evolución de esa área del establecimiento y de lo importante que ha sido el desempeño del doctor Puga en este desarrollo. Muy emocionada, agradeció su labor y, en especial, la concreción de la nueva unidad.

Por su parte, el Ministro de Salud, doctor Pedro García, dijo que el profesional encarnaba lo mejor del buen médico con lo más osado del gran soñador, “pues no ha habido obra, por más inalcanzable que pareciera que el Dr. Puga no haya logrado con mucho tesón y entusiasmo”. Reconoció además que el Hospital Calvo Mackenna es un ejemplo a seguir por todos los establecimientos públicos y que este éxito se debe en gran medida a la calidad humana y la mística de los profesionales y personal que allí trabajan, equipo liderado por la doctora Dolores Tohá.

La directora del centro asistencial, además de elogiar el quehacer del doctor Puga, quiso destacar su papel como formador de varias generaciones de médicos, “lo que significa una gran responsabilidad como profesional y como ser humano, pues el pediatra tiene en sus manos la salud del mayor capital de un país: los niños, que son el futuro”.

En representación de los pacientes del facultativo, dos niños que han sido hemodializados desde su nacimiento le dirigieron unas sencillas y emotivas palabras a través de la doctora Tohá.

El doctor Puga agradeció con su acostumbrada sencillez e invariable sonrisa y acogió a ambos niños en sus rodillas, demostrando en ellos el gran afecto y respeto que siente por los menores que sufren de alguna patología.

Posteriormente, el profesional invitó a los presentes a conocer las nuevas instalaciones, donde se ofició una misa para bendecir el lugar. Tras cortar la cinta, se descubrió en el arco de la puerta el nombre de la Unidad de Nefrología “Dr. Federico Puga Concha”, ante lo cual el médico dijo bromeando que esperaba que esta fuera la primera y última vez que le hacían eso, “pues es algo que debe estar reservado para los difuntos”.

Luego de un cóctel de camaradería, hizo su entrada un organillo a la usanza tradicional, con loro y remolinos, al compás de cuya música el doctor Puga y su esposa improvisaron unos armoniosos pasos de baile. Finalmente, el profesional dirigió unas sentidas palabras para agradecer a la doctora Tohá el hermoso homenaje y elogió su labor administrativa, así como su visión de futuro.