“La Huella del Abtao”
Dr. Medardo Urbina cuenta sus experiencias en las profundidades del bosque chilote
En este nuevo libro, a partir de un dramático episodio de su vida, el profesional devela historias de uno de los lugares más bellos y misteriosos de Chile.
El médico que en numerosas publicaciones ha plasmado su amor por Chiloé, vuelve a sorprender con la novela “La Huella de Abtao”, un relato biográfico que rescata una dramática vivencia de su juventud.
A muy temprana edad el doctor Medardo Urbina Burgos, médico cirujano y biólogo marino, se sintió fuertemente atraído por este angosto sendero perdido en la inmensidad de la selva chilota, que recorre paisajes de exuberante belleza natural y que ha inspirando innumerables aventuras.
Tras su primera visita efectuada en 1962, a la edad de 14 años a esta ruta que serpentea la parte alta de los cerros de la cordillera de Piuchué, para luego descender a las aguas del océano Pacífico, el profesional quiso volver nuevamente a la desembocadura del río a principios de los ‘70, esta vez con dos de los hijos de Don Julio Kompatzki Hornickel, conocido comerciante de Ancud y presidente del Rotary Club de esa ciudad.
La finalidad esta vez era recolectar material, especialmente animales y plantas, para investigaciones que la Universidad de Concepción estaba desarrollando en el área. El doctor Urbina recuerda que nunca sospechó que el señor Kompatzki decidiría sobrevolar la playa de la desembocadura del río Abtao, para abastecerlos de alimentos. Ese era el objetivo del comerciante cuando partió desde Ancud en el avión Cessna, piloteado por el señor Francisco Díaz Oyarzo, cuya tripulación también estaba integrada por Luis Guerrero Moena, un joven estudiante de medicina. La aeronave se extravió y sus tres ocupantes jamás volvieron a ser vistos, pese a las arduas labores de búsqueda que se realizaron en la zona.
Transcurridos más de 30 años desde la fecha del incidente, el doctor Urbina decidió estudiar a fondo las imágenes aerofotogramétricas que posee el Instituto Geográfico Militar de esa región de Chiloé, búsqueda que comenzó a desarrollar con la ayuda del señor Claudio Monsalves Jerez, asistente de información de Centro SAVAL de Cooperación Científica de Concepción.
En 2001 el médico volvió a realizar una excursión recorriendo la Huella del Abtao junto a su hijo Mauricio. Siguieron el sendero hasta la desembocadura del río, con el claro objetivo de encontrar rastros del avión extraviado. Pese a que no tuvieron resultados en la búsqueda, este viaje es el punto de inicio del relato que el médico entrega en su nuevo libro, en el cual a partir del trayecto entre valles interiores de la Isla Grande de Chilóé y la costa del pacífico, va dando paso a recuerdos de expediciones anteriores y numerosas historias de cuatreros, accidentes y extravíos en las sinuosas montañas que han atrapado a algunos para siempre, mientras otros, como el doctor Urbina, sobrevivieron para contar su experiencia.
Uno de los relatos que el médico realiza en su novela, presenta a Charles Patrick Doncaster, doctor en Zoología de la Universidad de Southampton en Inglaterra, quién sufrió una caída a un acantilado desde la altura de 50 metros. Politraumatizado, fue rescatado milagrosamente por un grupo de chilotes mantañeros, quienes en 4 días de azarosa marcha por la Huella del Abtao, lo trasladaron hasta el Hospital de Castro en una angarilla hecha con varas y ramas que encontraron en el bosque.
Estas y otras increíbles historias forman parte del libro que el doctor Medardo Urbina presentará en el Centro SAVAL de Cooperación Científica de Concepción el 16 de enero de 2003. La diagramación del texto y su revisión definitiva, como también el rediseño de la portada, fue realizado por el señor Óscar Lermanda, de la Oficina de Prensa de la Universidad de Concepción, y su impresión fue efectuada por Trama Editores. Las ilustraciones son obra de Juan Fierro, mientras que los dibujos científicos fueron hechos por el propio autor.
El profesional nació en 1948 en la ciudad de Castro y se describe como “chilote desde lo más profundo del espíritu”. Médico Cirujano y Biólogo Marino, titulado en ambas áreas en la Universidad de Concepción, ha dejado translucir su amor por la Isla a través de numerosas publicaciones, incluyendo aquellas contenidas en la revista Chiloé, que él mismo fundó y dirigió desde la primera edición. Allí ha escrito sobre temas tan diversos como “Tras los pasos de Darwin: A la cima del San Pedro”; “El Medán”; “La Piedra del Calto”; “El hombre del Capote Blanco, La Piera del Llanto”, y “Por tierra de Pehuenches”, entre muchos otros.
Si requiere más información o desea comunicarse directamente con el doctor Medardo Urbina, puede hacerlo escribiendo a su correo electrónico personal: urbinamed@hotmail.com
