Estudio U. de Chile:
Sugieren la ecografía abdominal para prevenir obesidad infantil
La grasa en el perímetro abdominal tiene dos componentes: tejido adiposo subcutáneo y el intraabdominal. El primero tiene como objetivo principal regular la temperatura del cuerpo, mientras que el segundo es una reserva funcional usada a nivel celular, por ejemplo, en la formación de hormonas o corticoides. Si bien ambos son necesarios en cantidades adecuadas, la grasa intraabdominal excesiva puede llegar a ser muy nociva.
Y para determinar esto, los especialistas han incorporado en los últimos años la medición de circunferencia abdominal, técnica empleada en adultos que también es reveladora en los mayores de seis años. Ello porque tener abultada esta zona del cuerpo a partir de esa edad puede implicar un mayor riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, presentar colesterol alto y presión arterial elevada.
“La insulina contribuye a que esta grasa se deposite entre la parte alta de las extremidades inferiores y el tórax, por eso es tan importante hacer estas mediciones y considerarlas como indicadores de riesgo de alteraciones metabólicas”, señala el director del Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil Centro de la U. de Chile, doctor Carlos Castillo. El especialista destaca que algunos menores, aunque tienen peso normal y presentan un perímetro abdominal sólo ligeramente abultado, pueden ser candidatos a enfermedades crónicas asociadas a la nutrición. “Sin ser obesos algunos de estos niños al poseer una musculatura reducida y tener el depósito aumentado de grasa intra-abdominal, ya manifiestan un síndrome metabólico”, plantea.
Debido a esto, es necesario observar sus antecedentes familiares, como por ejemplo, si padres, abuelos o hermanos están excedidos de peso, son diabéticos o han padecido infartos. Asimismo, junto con revisar el peso y la circunferencia abdominal los expertos de la U. de Chile sugieren a los pediatras que en los grupos de mayor riesgo se añada la ecografía abdominal o ultrasonido, la cual es un examen económico, no invasivo y simple de efectuar.
De hecho, según un estudio realizado por la mencionada universidad y el Hospital San Borja Arriarán, este examen permite determinar la asociación entre adiposidad intraabdominal y alteraciones de insulina, triglicéridos, colesterol e, inclusive, hipertensión arterial. Pero no sólo eso, también ayuda a medir la ecogenicidad del hígado, o sea, revela si el órgano está más denso de lo habitual, lo que sugiere un hígado graso. El estudio apareció publicado en la Revista Médica de Chile en febrero de este año y se llevó a cabo en 30 niños obesos mayores de seis años.
