Investigación chilena:
U de Chile y PUC se unen para investigar sobre la interocepción
La interocepción es la percepción consciente de los estímulos generados internamente, tanto físicos como emocionales, pero no se tiene vasto conocimiento de ella. Debido a esto, será estudiada durante los próximos tres años en un proyecto Anillo que juntos llevarán a cabo la Universidade de Chile y Pontificia Universidad Católica.
Según comenta el doctor Pedro Maldonado, investigador titular del Anillo y académico del Programa de Fisiología y Biofísica del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, la mayoría de los estudios que se han realizado sobre percepción tienen que ver con los sentidos más conocidos “como la vista, oído y olfato, pero hay otros también muy importantes para el organismo que han recibido menos atención científica y que son muy relevantes, ya que permiten al individuo planear sus conductas más adecuadas y mantener la homeostasis”.
Por ejemplo, cuando una persona responde “estoy nervioso, aburrido, me duele el estómago o tengo hambre”, lo que está haciendo es exteriorizar una percepción interna en que han confluido muchos receptores y varios sentidos. “Hasta ahora los estudios indican que en la interocepción se activa un área de la corteza cerebral denominada ínsula o corteza insular que con este proyecto esperamos estudiar directamente al medir su actividad eléctrica”, plantea el doctor Maldonado a través de la página web de la U. de Chile.
El proyecto anillo consistirá en cuatro proyectos paralelos en que se interrelacionarán el director de la iniciativa, doctor Fernando Torrealba, académico de la PUC; Rodrigo Iturriaga, también de la PUC y los doctores José Luis Valdés y Pedro Maldonado, ambos del ICBM. “Observaremos la actividad de la corteza insular en ratas cuando éstas son sometidas a malestar estomacal, hambre o reducción de oxígeno ambiental, pero también veremos si encontramos correlatos fisiológicos en humanos”, adelantó el doctor Maldonado.
En esa fase, las personas se harán registros encefalográficos mientras evocan sensaciones a través de la observación de imágenes. El experto explica que al ver una foto neutra la pupila no se dilata, en cambio si se observa una madre jugando con su hijo aumentará de tamaño y lo hará mucho más si la imagen revela a un individuo golpeando a otro. “Vamos a cruzar los datos de la actividad electroencefalográfica con los cambios de la pupila para ver si hay movimiento en la corteza insular”.
En los otros laboratorios el doctor Torrealba trabajará con José Luis Valdés registrando la actividad eléctrica de la corteza insular en ratas, mientras que los profesionales de la PUC analizarán un modelo de hipoxia. Asimismo, se efectuará microestimulación, experimento inverso que se realiza comúnmente: “Usando electrodos no sólo vamos a escuchar las neuronas de las ratas, también les hablaremos con el objetivo de que se activen. Esto nos permitirá observar sus conductas posteriores y correlacionarlas con las usuales, de acuerdo al modelo propuesto”, comenta Maldonado.
