Teatro de Frutillar:
Doctora Patricia Ancic lanza libro "Causa de muerte de grandes compositores"
La doctora Patricia Ancic, broncopulmonar y profesora de Medicina en la Universidad de Chile, es una gran conocedora no sólo del mundo de la salud, sino también del musical. Durante años investigó las fascinantes vidas de los creadores lo que culminó con la creación de una obra que une sus dos pasiones en un solo libro titulado "Causa de muerte de grandes compositores".
La autora del texto explicó que en la era pre-antibiótica, antes de 1929, las infecciones solían ser mortales, por lo que algunos músicos murieron extremadamente jóvenes, como Schubert, que falleció debido a una infección a los 31 años. Además, la especialista señaló que los padecimientos al corazón y las infecciones se repiten en los diagnósticos, aunque en el siglo XX "el cáncer es el predominante, como ocurrió con Gershwin y Shostakovich. Pero también existen muchísimos creadores que nunca sabremos de qué murieron, como Mozart o Tchaikovsky, porque no se les aplicó autopsia" dijo en un artículo del diario El Mercurio.
La doctora Ancic cuenta que su investigación “sigue un orden por períodos, partiendo por el Barroco, luego el Clásico, el Romántico y el Moderno, con una pequeñísima reseña de cada artista". Por ejemplo, en el texto se menciona una anécdota de Bach, quien habría gozado de relativamente buena salud, hasta que en 1750 consultó a un famoso oftalmólogo inglés, John Taylor, quien le diagnosticó cataratas, y solicitó una intervención quirúrgica. "Taylor, que se autoproclamaba 'Chevalier' y médico de cortes, era un charlatán itinerante", escribe Ancic. Este "supuesto doctor" le inyectó sangre de paloma recién muerta a un ojo de Bach (acción que repitió por cuatro veces), y completó el tratamiento con laxantes y sangrías que terminaron por debilitar al músico, al punto que presentó "pérdida de conciencia, fiebre y coma".
Gran parte del libro está dedicado a Chopin, su preferido, que según el certificado de defunción de la época, habría fallecido de "tuberculosis de pulmón y laringe", aunque "hoy este diagnóstico está completamente descartado, y se plantean otras hipótesis, como la fibrosis quística", afirmó la especialista y amante de la música.
Además, el texto termina con una interesante sección de muertes insólitas. Por ejemplo, la historia de Anton Webern, quien durante la II Guerra Mundial, en pleno toque de queda, salió fuera de su casa a fumar y cuando un soldado norteamericano lo vio encender su cigarrillo, le disparó por error y lo mató.
