Spyglass:
Clínica Alemana adquiere nueva tecnología para estudio de conductos biliares y pancreáticos
La obstrucción de las vías biliares es un bloqueo en los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta la vesícula biliar y el intestino delgado. Cuando éstas se obstruyen, la bilis se acumula en el hígado y se desarrolla ictericia, por el aumento de los niveles de bilirrubina en la sangre.
Para estudiar esto con más precisión, Clínica Alemana cuenta con la tecnología Spyglass, un soporte endoscópico para la visualización interna de las vías biliares y pancreáticas.
Esta adquisición, que transforma a la mencionada clínica en la primera institución de salud en Chile en contar con este tipo de equipo, se trata de un endoscopio ultrafino de fibra óptica, que se puede introducir en el coledoco y conductos biliares, hasta prácticamente alcanzar los intrahepáticos, adquiriendo imágenes de gran calidad y color.
Este aparato es uno de los más modernos que existen actualmente y una de sus cualidades destacables es que mide sólo 1 mm de diámetro, lo que permite una visión más precisa y directa.
Para el doctor Roque Saenz, jefe de Docencia e Investigación del Departamento de Enfermedades Digestivas de Clínica Alemana, es muy importante contar con este dispositivo, ya que se trata de una nueva forma de diagnosticar y evaluar con más precisión la vía biliar y pancreática, mejorando lo ya existente.
Una de las ventajas es que es más dúctil, lo que posibilita el movimiento en los cuatro sentidos, además es de fácil manejo, ya que sólo requiere de un operador. Asimismo, permite tomar biopsias dirigidas y se adapta al endoscopio tradicional.
"Hace posible un diagnóstico correcto a partir de las imágenes reales del interior del organismo, sin necesidad de realizar más pruebas. También evita que algunos pacientes se tengan que someter a cirugías complicadas", comentó.
Según el doctor Sáenz, actualmente alrededor del 30 por ciento de las personas que se somete a una endoscopía de la vía biliar y pancreática, (ERCP) necesitaría de la tecnología Spyglass, es decir, de los mil pacientes al año, cerca de 300 requerirían de este moderno dispositivo.
Hasta ahora, se utilizaba el sistema de coledocoscopía Mother and Baby, el que lleva más de 30 años en el mercado y que permite a través de un duodenoscopio de visión lateral observar la desembocadura del coledoco en la papila, además de introducir un segundo endoscopio fino (Baby) que tiene el diámetro del canal de biopsia del instrumento madre.
"El problema es que con esto no era posible acceder tan lejos dentro de los ductos biliares intrahepáticos, además es un proceso más complicado por requerir dos endoscopistas e instrumentos que no están fácilmente disponibles. Desde su creación en 1976 no hubo nada nuevo, y una desventaja era que sólo permitía el movimiento en un sentido (arriba y abajo)", explicó.
