La semana pasada el Ministerio de Salud dio a conocer una publicación que tuvo preocupantes resultados: una precaria inserción al mercado laboral de las madres jóvenes, inequidades de género en el acceso a los recursos, condicionamientos étnicos, además de estadísticas que dan cuenta de que a pesar de los esfuerzos de regulación de la fertilidad, siguen existiendo embarazos no deseados, fueron algunos de esos resultados presentados por el Fondo de Población de Naciones Unidades, FLACSO Chile bajo el título “Diagnóstico de la Situación del Embarazo en la adolescencia en Chile”.

El embarazo adolescente sigue siendo un problema social y tiene implicancias tanto psicológicas como biológicas. Para la jefa de la División de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, Cecilia Morales, “lo que uno puede concluir es que este es un fenómeno que, al igual que la fecundidad en general en Chile está disminuyendo, pero es el grupo en el que menos se aprecia”, explicó a través de la página web del Minsal.

Desde la década del 60 a la fecha, la reducción de la tasa fecundidad ha sido cercana al 60% en la población total, en cambio la proporción del embarazo adolescente ha disminuido sólo un 9%, lo que determina que la importancia relativa del embarazo adolescente ha aumentado en relación al total de embarazos. En 2005, el total de embarazos entre 15 y 19 años fue de 15, 2% y en las menores de 15 años de 0,4%.

Anualmente se producen alrededor de 34 a 35 mil embarazos en menores de 19 años en nuestro país, y si bien la tendencia en el periodo ha sido a disminuir, éste es el grupo que lo ha hecho en menor proporción a lo largo de la última década. Además, Morales señaló que “creemos que influye la inequidad, probablemente tanto en el acceso, como en la información a políticas de regulación de la fecundidad y ése es un elemento importante para que nosotros podamos abordar desde una perspectiva multisectorial”.

Por su parte, la jefa del Programa de Salud Adolescentes del Ministerio de Salud, Paz Robledo, contextualizó la publicación de este documento en las estrategias que el Estado ha impulsado en materia de salud sexual y reproductiva. En ese sentido, desde el año 2007, el Ministerio de Salud decidió fortalecer el programa de adolescentes y jóvenes, además de impulsar el Proyecto de Ley sobre Información, Orientación y Prestaciones en Materia de Regulación de la Fertilidad, actualmente en discusión en el Congreso.

Ante esto, agregó que dentro del trabajo que el sector salud ha realizado, “lo más importante para los adolescentes es el derecho a la confidencialidad, por eso hemos definido una estrategia para la atención primaria que atiende a este grupo poblacional, centrada en flexibilizar los horarios de atención y que los equipos de salud salgan del centro asistencial y asistan a los lugares donde están los adolescentes”. La profesional destacó que se está trabajando ya con 54 centros de salud en las comunas que tienen las mayores tasas de embarazo adolescente en la implementación de esta estrategia.