Significado de las costumbres alimenticias va mucho más allá del ámbito biológico
Más allá de los requerimientos fisiológicos, qué comemos y cómo lo comemos, el acto de comer y su "entorno" da cuenta de las diferencias culturales y define aspectos importantes de la identidad de cada persona. Para Jesús Contreras, antropólogo de la Universidad de Barcelona que dictará un curso en Chile, el acto de alimentarse encierra significados en ámbitos tan diversos como el biológico, económico, psicológico, social e incluso ideológico. El hecho de optar por ser vegetariano, no comer dulces, ingerir alimentos en cantidades exageradas, preferir productos orgánicos, cocinar en la casa o salir a comer, son elementos que van perfilando el carácter cultural y la personalidad de un individuo.
El especialista explica que entre todas las actividades humanas “la elección de los alimentos es, sin lugar a dudas, la que transita de un modo más desconcertante sobre la línea divisoria entre naturaleza y cultura, pues está unida a la satisfacción de las necesidades biológicas del cuerpo, pero también en gran medida a la sociedad”.
Entre muchas otras cosas, Jesús Contreras postula que progresivamente la alimentación se ha ido homogeneizando a partir de la hiperespecialización de la producción agroalimentaria a escala internacional.
Paralelo a ello, cada día van desapareciendo numerosas variedades vegetales y animales que constituían la base de dietas en algunas localidades. A esto se suma que las tareas de la cocina doméstica han sido transferidas en gran parte a la industria, y cada vez se consume una mayor cantidad de alimentos procesados industrialmente.
Otro aspecto importante es la mundialización de la economía, que también ha repercutido en el ámbito alimenticio, ampliando el repertorio de los productos disponibles. Asimismo, los intercambios culturales han contribuido a la difusión de diversas costumbres gastronómicas, fenómeno que se manifiesta en todos los países del mundo con distinta intensidad.
Cabe destacar además que la evolución de los modos de vida, el mayor acceso a bienes y servicios, y el paulatino cambio del rol social de las mujeres, son factores que contribuyen a un traspaso de la producción doméstica alimenticia, hacia el sistema de mercado. Con la creciente individualización que han traído consigo dichas transformaciones, se han ido perdiendo muchos de los rituales que acompañaban a las comidas, lo que también ha significado una menor convivencia social entorno a esta actividad.
En este escenario de cambios culturales, un gran número de personas ha comenzado a buscar una alimentación que asegure una vida más sana, proceso de toma de conciencia en el que los médicos también tienen un importante papel. En esta transformación dietético-cultural, la salud se ha convertido en un argumento clave del consumo, y con este propósito se persigue mantener un equilibrio alimentario.
Asimismo, frente a las crisis ecológicas propias de las sociedades industriales contemporáneas, las personas han adquirido una mayor conciencia de los problemas medioambientales, lo que junto con las razones médicas conforman los argumentos para buscar una alimentación más natural, liviana y baja en calorías.
La salud se ha transformado en parte del presupuesto regular de consumo, en un contexto en el que predominan el cuidado del cuerpo y el temor a la enfermedad. Así, la alimentación ya no sólo responde a la necesidad de satisfacer el hambre, sino también al hambre de salud.
Diversos estudios del académico español Jesús Contreras, lo han llevado a plantear profundas reflexiones sobre la antropología de la alimentación, considerando pautas alimentarias, hábitos de consumo y cambios sociales, en especial aquellos relacionados con la organización doméstica.
Precisamente para dar a conocer sus trabajos, el antropólogo fue invitado por el Centro Interdisciplinario de Estudios de Género, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. El catedrático dictará el taller “Antropología de la modernidad alimentaria”, los días 7,8 y 9 de octubre, y la conferencia “Sabores y sinsabores de la alimentación contemporánea: entre la globalización y la identidad cultural”, el 13 del mismo mes.
Ambas actividades buscan entregar una mirada cultural y antropológica de los fenómenos de la alimentación contemporánea, abordando temas tales como las transformaciones socioeconómicas y la industrialización de los alimentos; impactos de las tecnología alimentaria y la homogeneización de las pautas de consumo; desconfianza de los consumidores; normalización médica de los comportamientos alimentarios; ideas sobre el cuerpo, la salud y la enfermedad; aspectos socioculturales de los trastornos alimentarios, y cocina y patrimonialización en un contexto de globalización.
Si quiere saber más sobre el tema, inscribirse o solicitar más información, puede hacerlo llamando al teléfono 6787845, mandando un correo electrónico a antropologiaculinaria@uchile.cl, o bien visitando el sitio web
www.antropologiaculinaria.cl
