Cardiólogos del norte grande intercambian conocimientos con especialistas extranjeros
Hace 12 años, el Departamento de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Clínica Reñaca y la Universidad de Valparaíso comenzaron un interesante intercambio académico con destacados especialistas cardiovasculares de Clínica Mayo, entidad que posee más de 100 años de experiencia en el diagnóstico y tratamiento de patologías complejas.
Gracias a este acercamiento, todos los años, parte del staff de médicos del Departamento de Enfermedades Cardiovasculares viaja a nuestro país para participar en el Curso internacional de cardiología de Viña del Mar, que también tiene una versión satélite en el sur del país, el que –por primera vez- también se desarrolló en el Hospital Clínico Regional de Antofagasta (HCRA).
Bajo la coordinación de los doctores Juan Cotorás, Manuel Saavedra y Bernhard Westerberg, miembros de la Unidad de Cardiología del HCRA, la actividad congregó a más de 70 asistentes entre cardiólogos, médicos generales, internistas, becados, internos y otros profesionales de la salud en torno a la prevención de la patología vascular.
Participaron como expositores los doctores Ernesto Aránguiz, Rienzi Díaz. Oneglio Pedemonte y Salvador Villablanca de la Universidad de Valparaíso; Wayne Miller, Clarence Shub y Scott Wright de Clínica Mayo, quienes además de entregar nuevas herramientas y conocimientos, pudieron intercambiar experiencias y conocer el trabajo de los profesionales del norte grande.
El doctor Manuel Saavedra destacó que desde la inauguración de la Unidad de Hemodinamia en 2008, los procesos de perfeccionamiento a los que se han sometido los diferentes profesionales que trabajan en la Unidad de Cardiología del Hospital han sido constantes.
Por esa razón, a la hora de organizar este curso se propusieron “poner énfasis en la parte preventiva, pero sin dejar de lado temas tan importantes como el síndrome coronario agudo, tema prevalente en nuestra ciudad que necesita una puesta al día importante”, dijo.
Este encuentro fue patrocinado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, la Fundación Cardiovascular Dr. Jorge Kaplan Meyer y el Servicio de Salud Antofagasta y auspiciado por Laboratorios SAVAL.
