Investigadores U. Chile unirán omega - 3 y hormona tiroÃdea para preacondicionamiento del hÃgado
Las cirugÃas de hÃgado requieren la obstrucción de la circulación sanguÃnea del órgano. Pero cuando finaliza la oclusión, el hÃgado vuelve a recibir sangre en forma intempestiva, y que ello desencadena un daño celular que, en algunos casos, puede llegar a ser irreversible o mortal.
Para evitarlo, se recomienda preacondicionar al órgano, es decir, someterlo previamente a la isquemia y a su posterior reposición. Debido a que el único método que, hasta ahora, ha logrado buenos resultados, alarga la operación y eleva los riesgos, los académicos del programa de FarmacologÃa Molecular y ClÃnica del Instituto de Ciencias Biomédicas – ICMB - de la facultad de Medicina de la U. de Chile han estudiado, en modelo animal, un método alternativo. Éste consiste en suministrar ácidos grasos poli-insaturados omega - 3 durante el perÃodo previo a la operación para que, una vez que ocurra la isquemia, el órgano se vea menos dañado por la reperfusión.
Por otra parte, los investigadores de la facultad comprobaron que la hormona Triyodotironina o T3 también preacondiciona al hÃgado, en un estudio que les valió gran reconocimiento cientÃfico a nivel internacional. Según sus indagaciones en ratas, la T3 desencadena una secuencia de respuestas hepatoprotectoras que conducen a un estrés oxidativo suave o moderado.
Con ambos antecedentes, la académica Gladys Tapia, quien desde hace más de una década ha desarrollado esta lÃnea de investigación en el laboratorio del doctor Luis Videla, se adjudicó un proyecto Fondecyt Regular del concurso 2009, que le permitirá analizar las consecuencias que tendrÃa unir el suministro de ácidos grasos poli-insaturados Omega 3 a la T3 en el preacondicionamiento del hÃgado.
La administración exógena de la hormona tiroÃdea puede tener algunos efectos colaterales en personas con problemas cardÃacos, por eso es necesario reducir la dosis que se podrÃa entregar como preacondicionante, potenciándola con la administración conjunta de los ácidos grasos.
Los investigadores están expectantes porque asociar ácidos grasos omega 3 y T3 es algo novedoso a nivel mundial, que ayudarÃa a atacar el problema desde dos flancos moleculares distintos: por una parte la hormona preacondiciona al hÃgado mediante un estrés oxidativo moderado, mientras que por otro lado los ácidos grasos cumplen una función anti-inflamatoria.
La eventual aplicación clÃnica de los conocimientos generados en estos estudios mejorarÃa la sobrevivencia y calidad de vida de los pacientes, y además, de aquellos donantes vivos que entregan parte de su hÃgado a un familiar o a una persona compatible.
