Conjuntivitis: cuidados en verano
Esta enfermedad se clasifica en cuatro categorías principales: infecciosas -bacterianas, virales y parasitarias- , alérgicas, químicas y traumáticas.
Las primeras son comunes en niños, ya que se frotan los ojos con las manos sucias, mientras las químicas se producen cuando el ojo se expone a cloro o desinfectantes, las conjuntivitis alérgicas se presentan cuando se está en contacto con alergenos como el polen, ácaros caseros o cosméticos y en algunos casos viene acompañada por una erupción cutánea, asma, congestión nasal. La conjuntivitis traumática es producto de un golpe en la zona del ojo.
Para prevenirlas es necesario seguir sencillas recomendaciones como evitar tocarse los ojos con las manos, lavarse las manos con frecuencia, cambiar las fundas de las almohadas de manera regular, reemplazar los cosméticos para los ojos cada cierto tiempo y no compartirlos, así como tampoco las toallas ni los pañuelos.
“Una conjuntivitis no afecta la visión, a menos que se trate de una afección más grave donde se vea comprometida la córnea. Además, si esta infección es agresiva y no se trata a tiempo, puede producir una queratitis -inflamación de la córnea que a su vez puede causar una úlcera corneal-”, explica el especialista.
