Madres transmiten experiencias previas al embarazo
Un grupo de investigadores de la Universidad de Tufts, Boston, reveló que las mamás transmiten sus experiencias a los hijos, sin siquiera intentarlo. Esta investigación mostró que la herencia puede ir mucho más allá de las teorías genéticas clásicas, según informaron los expertos en The Journal of Neuroscience.
Larry Feig, profesor de bioquímica de la escuela de Medicina de la universidad, crió junto a sus colegas a un grupo de ratones. A algunos de los animales se les diseñaron ambientes "enriquecidos", con ruedas, juguetes y otros arreglos.
Los expertos evaluaron el nivel de aprendizaje con una incómoda "cámara de choque", para condicionar a los roedores a temerle.
Los ratones nacidos de madres criadas en ambientes "enriquecidos" aprendían mucho más rápido que la cámara de choque era un lugar para temer, reveló el equipo de Feig.
Esto sucedió aún cuando las madres no quedaron embarazadas hasta varias semanas después de haber vivido en las cajas especiales. "Se pueden heredar en algún grado ciertos aspectos de la experiencia de los padres. Este es un mecanismo protector que la madre transmite a sus hijos", añadió Feig. "La madre es modificada durante meses. Su cerebro cambia de tal manera que cuando queda embarazada el efecto aún está allí", explicó el especialista.
Cuando los investigadores observaron los cerebros de los ratones, hallaron cambios claros en la potenciación a largo plazo, una medición sobre cuán bien se comunican las células nerviosas unas con otras. Esas variaciones eran heredadas por las crías, aún cuando ellas mismas nunca hubieran visto una rueda o un juguete.
Feig señaló que lo que genera el cambio es un misterio. "Probablemente se trate de algún efecto hormonal", añadió. El aprendizaje y la estimulación aumentarían los niveles de algunas hormonas y estas cantidades permanecerían elevadas durante un período de la vida de esos animales y afectarían el desarrollo fetal.
"Existe mucha evidencia de que durante el desarrollo embrionario los hijos son extremadamente sensibles a las cosas a las que están expuestas las madres", como los alimentos, los químicos y quizá las hormonas, indicó Feig.
Los cambios sólo permanecen por una generación, lo que indica que el ADN no se modifica definitivamente. Los investigadores están aprendiendo que el funcionamiento del ADN puede alterarse sin cambios en el código genético en sí.
