Riesgo veraniego: cuide su piel en piscinas
Una de las maneras favoritas de refrescarse en verano, tanto de niños como de adultos, es sumergirse en una piscina. Pero en esta placentera actividad hay que tomar ciertas precauciones para evitar el contagio de enfermedades infecciosas que pueden generar daños a la piel.
El director del departamento de Dermatología del hospital Clínico de la Universidad de Chile, doctor Juan Honeyman, señala que las enfermedades infecciosas más frecuentes que se pueden adquirir bañándose en piscinas son la micosis, impétigo, forúnculos y herpes, entre otras. "La primera tiene que ver con una infección por hongos, conocida como tiña. El impétigo, en cambio, es una infección por bacterias en zonas ya infectadas y se caracteriza por producir manchas con aspecto de miel de abejas (pus), en cambio los forúnculos son infecciones por estafilococo y se presenta una hinchazón dolorosa".
Todas estas infecciones producen enfermedades a la piel que son totalmente evitables. El especialista recalca que el contagio también se desarrolla en otros lugares, pero, durante esta época es más frecuente en piscinas, por ser lugares en que las personas andan descalzas y se lavan los pies. El doctor Honeyman recomienda "que si la persona va a circular por estos lugares es importante que utilice chalas o calzado adecuado, para no estar en contacto directo con las superficies húmedas en donde otras personas anduvieron con dichas infecciones". Además, es importante mantener la piel limpia y seca, ya que los hongos proliferan en zonas húmedas.
Ante algún síntoma anteriormente descrito visite un especialista, quien a través de un tratamiento adecuado - con polvos, cremas o medicamentos- puede sanar la zona infectada y volver disfrutar de las piscinas.
