Luego de ocho años, el XLVIII Congreso Chileno de Pediatría, uno de los eventos más importantes y esperados por el cuerpo médico pediátrico de todo el país, volvió a la V Región.

La actividad, desarrollada entre los días 26 y 29 de noviembre en el Hotel del Mar de la Ciudad Jardín y presidida por la doctora Lidya Tellerías, con los años ha ido adquiriendo un reconocido prestigio por su alto nivel científico, lo que quedó demostrado en la cuidadosa elección de los temas abordados este año: urgencias pediátricas, infectología y enfermedades crónicas.

El encuentro comenzó con la realización de cuatro cursos pre-congreso que complementaron los diferentes simposios satélites de subespecialidades pediátricas que se programaron durante las jornadas, donde los especialistas y profesionales de la salud ligados a esta área se aproximaron a los problemas diagnósticos y terapéuticos de la especialidad.

La doctora Tellerías, destacó que en su discurso inaugural que “con gran esfuerzo y mucha dedicación, hemos realizado esta fiesta de la pediatría que para nosotros ha sido un gran desafío, ya que combinamos de modo armónico la parte de sabiduría científica con un bello programa social”.

Se abordaron diversas temáticas enfocadas en los niños, entre los cuales “la estimulación adecuada en la primera infancia es fundamental, pues garantiza un progreso efectivo y saludable, es una inversión en la futura población activa del país y en su capacidad de progresar económica y socialmente", destacó.

Por ello, actividad contó con la participación de importantes profesores internacionales y nacionales, entre quienes destacaron los doctores Edward Giannini y Peter Glaeser de Estados Unidos; Mario Grenoville y Miguel Tregnaghi de Argentina; Iván Peñaranda de Bolivia; Dioclesio Campos de Brasil; Antonio Arbo de Paraguay; y Gonzalo Gianbruno de Uruguay.

Para la presidenta de la Sochipe, los temas tratados fueron materias contingentes en el área científica, donde diariamente se va avanzando. Por lo que "en este encuentro se contó con invitados de primera línea, tanto nacionales como internacionales, que son especialistas en su área de trabajo y que vinieron a compartir su experiencia con nosotros”

“La gran cantidad de trabajos científicos recibidos nos señala el fuerte interés de participación de nuestros miembros de todo el país y, para sorpresa nuestra, del extranjero. Esto nos gratifica, alegra y compromete. Sabemos lo que es y significa realizar una investigación científica y, al mismo tiempo, mantener el trabajo clínico habitual con la diaria presión asistencial que tenemos de modo que felicitamos a cada uno de los autores por la presentación de sus trabajos”.
El principal interés de los organizadores fue ofrecer un congreso de relevancia académica en un espacio cálido y acogedor que, al mismo tiempo, ayudó a fortalecer los lazos de amistad entre los socios de la Sochipe, gracias a los espacios de recreación otorgados durante las diversas actividades sociales programadas.

Uno de los atractivos destacados del XLVIII Congreso Chileno de Pediatría fue la presentación en el Salón Cabaret del Casino de Viña del Mar de la obra “Los payasos también ríen”, dirigida por Mario Gatica y con el elenco de la Escuela de Teatro de la Universidad del Mar. Esta fue una adaptación de la obra “Los payasos de la esperanza” de Mauricio Pesutic que, en su momento, fue catalogada por varios medios extranjeros como el Esperando a Godot chileno, actividad que fue auspiciada por Laboratorios SAVAL.