Analizan nuevas tendencias de evaluación y manejo en neurología y neurocirugía
En Chile, los accidentes de neurotrauma que requieren atención de urgencia son consecuencia de casos de violencia o de accidentes de distinto tipo que, principalmente, afectan a la población de hasta 45 años.
Asaltos, accidentes automovilísticos, caídas de altura, accidentes laborales, son las razones más frecuentes por las que los pacientes requieren atención de urgencia, incluyendo reanimación avanzada en el caso de contusiones y politraumatismos.
Para revisar este tema, el Servicio de Neurocirugía del Hospital Carlos van Buren y la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso (UV) realizaron las III Jornadas de Neurocirugía y Neurología, destinadas a acortar la brecha entre las especialidades médicas y la atención primaria, de manera de optimizar la calidad del servicio de urgencia hacia los pacientes.
En el encuentro, dirigido a médicos no especialistas, profesionales de la salud primaria, residentes de especialidades afines y alumnos de medicina, se analizó la situación actual de los problemas vinculados a la neurología y neurocirugía.
Por esta razón, los organizadores del encuentro prepararon un completo programa que a través de cinco módulos abordó temas relacionados con Neurotrauma; Patología vascular cerebral; Patología neurológica; Columna degenerativa; y Patología pediátrica.
Formaron parte del grupo expositor los doctores, Alejandro Rodríguez, Cristian Salazar, Claudio Sacks, Enzo Rivera, Juan Eurolo, Jaime Peralta, Juan Zolezzi, Mario Rivas, Osvaldo Garay, y Lucila Andrade.
El neurocirujano Antonio Orellana, director del encuentro y director del Departamento de Especialidades Quirúrgicas y jefe de Cátedra Programa de Neurocirugía de la UV, señaló que “un porcentaje altísimo de las emergencias deberían ser tratadas por los servicios de atención primaria. Por lo que es nuestra obligación darle a la salud primaria las herramientas necesarias para que pueda defenderse, desarrollarse y actuar en estas diligencias”.
La actividad, que contó con el auspicio de Laboratorios SAVAL, fue patrocinada por la Universidad de Valparaíso y el Hospital Carlos van Buren.
