Médicos UC participan en proyecto de la Fundación Bill y Melinda Gates
La presencia de la bacteria Helicobacter Pylori está asociada hasta en un 90 por ciento de los casos al diagnóstico de cáncer gástrico y es responsable de la mayoría de las úlceras y muchos casos de gastritis crónica. Cerca del 70 por ciento de los chilenos son portadores de esta bacteria, que puede debilitar la cubierta protectora del estómago y el duodeno, permitiendo que los ácidos irriten la mucosa gástrica.
Nuestro país tiene además la quinta tasa más alta del mundo de muerte por cáncer gástrico, entre la población de 40 a 65 años y la primera causa de muerte por cáncer en hombres. Esta patología suele detectarse por medio de una endoscopia gastrointestinal, pero sólo muestra signos en su etapa más avanzada, lo que impide un diagnóstico precoz y reduce considerablemente las posibilidades de tratamiento.
Colombia, Costa Rica, Honduras, México y Nicaragua también son países con una alta presencia de Helicobacter pylori en su población y sin un programa de salud para enfrentarla. Por ello, la Fundación de Bill & Melinda Gates comenzará el proyecto denominado “Un Ensayo Clínico para la Erradicación de la Bacteria Helicobacter pylori en Latinoamérica”, que se llevará a cabo en Chile y en los demás países señalados.
La Fundación Gates se contactó en nuestro país con el equipo de la doctora Catterina Ferreccio, investigadora del departamento de salud pública de la Facultad de Medicina UC, quien ha liderado los dos principales trabajos de investigación sobre H. pylori en Chile.
Ya que esta bacteria es de difícil erradicación, requiriendo un tratamiento de 14 días con tres medicamentos, el proyecto comparará dos esquemas de tratamiento: el convencional con uno de 5 días y cuatro medicamentos. Para ello, primero se utilizará un sistema sencillo y ambulatorio que identifique a un número de personas portadoras de la bacteria.
Este programa piloto dura dos años. Al cabo del estudio se medirá el impacto de los tratamientos en cada uno de los países, para conocer su real efectividad y medir las reincidencias y con ello decidir el esquema más adecuado para la segunda fase, en la que se aplicará el esquema escogido en poblaciones de alto riesgo.
Se espera que en todos los países involucrados participen entre 50 a 100.000 mil personas, que recibirán el tratamiento escogido y serán observadas por 10 años para determinar la magnitud de la disminución del cáncer de estómago en los participantes.
