Expertos Universidad de Chile recomiendan no dejar de consumir carne de cerdo
La población se encuentra constantemente expuesta a elementos altamente toxigénicos como dioxinas, hidrocarburos policÃclicos y nitrosaminas, que se encuentran, por ejemplo, en el aire contaminado y el tabaco. Estas sustancias producen efectos a largo plazo como cáncer y malformaciones fetales.
Respecto a las dioxinas en Chile, si bien se han hecho mediciones, no hay estudios de caracterización del riesgo poblacional, señala el jefe de la división de epidemiologÃa de la Escuela de Salud Pública y especialista en salud ambiental, Dante Cáceres. Esto significa que no se han definido apropiadamente las fuentes de exposición, quiénes están más expuestos, cuáles son los niveles existentes y el riesgo efectivo a largo plazo en nuestra población.
Ya que estas sustancias, que conforman el conjunto de agentes cancerÃgenos más potentes conocidos, producen efectos mucho después de la exposición no existe un nivel seguro de ellos, y las agencias internacionales recomiendan llevar dichos niveles lo más cercano posible al valor cero.
El bioquÃmico Luis Quiñones, subdirector del Centro de Investigaciones Farmacológicas y Toxicológicas, del Instituto de Ciencias Biomédicas, señala que las dioxinas han existido por mucho tiempo, pues su presencia está asociada a algunas actividades industriales especÃficas. Esto implica que la cantidad de dioxinas en la carne es la misma que ha tenido por muchos años. El hecho puntual fue que Chile quiso incorporarse al mercado de Japón y Corea del Sur, que tiene normativas más exigentes que las propias.
Ante la detención de los embarques chilenos en Japón, el SAG auditó las dos plantas faenadoras involucradas y determinó que la contaminación probablemente deriva de la alimentación de los cerdos ya que no existe evidencia de contaminación en el lugar de procesamiento de los animales.
Los académicos de la Facultad de Medicina recomiendan no dejar de consumir carne de cerdo, pues la cantidad de dioxinas que habÃa antes es la misma que hay ahora; sin embargo, advierten que es necesario ocuparse del tema a nivel de gobierno, manteniendo un control y auditorÃas permanentes.
Las tareas son mejorar los procesos industriales, lo que no sólo reducirá la cantidad de dioxinas, sino también de otros contaminantes que normalmente están en el aire, el agua, el suelo y los alimentos; y conformar equipos de trabajo que generen diseños apropiados para la caracterización del riesgo de la población a este tipo de contaminantes.
