Desde hace un año en el Consultorio San Vicente de la ciudad de Talcahuano, los médicos Dr. Orlando Mayo, Dr. Luis González, Dr. Guillermo Flores y Dra. Beatriz Morín, acompañados de un grupo de psicólogos y enfermeras, han puesto en marcha una fuerte campaña antitabaco, iniciativa que en poco tiempo ha superado todas las anteriores actividades en relación con el tema.

Pero no ha sido una estrategia aislada. El doctor Camilo Bass y su equipo, en el Consultorio Higueras; la doctora Any Lagos, en el Consultorio Hualpencillo y la doctora Patricia Zambrano en el Consultorio Los Cerros, completan un coordinado grupo de médicos de Talcahuano que se han propuesto abordar el problema del tabaquismo con dedicación y profundidad, labor a la que se ha sumado la doctora Soledad Pérez en Lirquén, de manera que la iniciativa ha adquirido un notorio carácter regional.

Para este grupo de profesionales, el problema del tabaco debe ser abordado con seriedad y dedicación, pues piensan que es la única manera de alcanzar sus objetivos. Todos ellos reconocen el rol fundamental de un trabajo en equipo, y su entusiasmo se ha visto reflejado en decenas de pacientes que cada mes visitan los consultorios buscando apoyo para dejar de fumar.

Los pacientes reciben ayuda psicológica y farmacológica de acuerdo a esquemas predefinidos. Los médicos explican que el trabajo puede resultar un poco arduo, pero es muy gratificante ver mejorías en la calidad de vida de sus pacientes y tasas de abandono del hábito muy auspiciosas. Explican que para lograr los objetivos de sus programas ha sido muy importante el apoyo del Ministerio de Salud y de nuestro Laboratorio.

Aunque el tabaquismo es un problema que preocupa a este grupo de profesionales desde hace tiempo, algunos hechos fueron relevantes para comenzar el programa en Talcahuano y sus alrededores.

En el 2001, el Consejo Nacional para la Promoción de la Salud, “Vida Chile”, formuló cinco grandes objetivos para el país, siendo uno de ellos detener la explosión de ciertos factores de riesgo que comenzaban a observarse en nuestra población. Por tal razón, estableció como meta intersectorial en cuanto a tabaquismo, disminuir la prevalencia en un 7 por ciento en escolares y en un 5 por ciento entre mujeres en edad fértil.

De este modo, nacieron las jornadas del Programa Antitabaco, a partir de las cuales se formaron equipos en establecimientos educacionales y policlínicos. Durante el 2003 el equipo antitabaco del Servicio de Salud de Talcahuano inició el plan de monitoreo en los establecimientos de la red de salud de la zona, iniciativa que incluyó un taller de estrategias de cesación a cargo de la Unidad de Tabaco del Ministerio de Salud.

En cada uno de estos policlínicos se desarrolla un programa que comienza con una invitación al paciente, para que participe en algunas sesiones con psicólogo, profesional que evalúa el verdadero interés de la persona y grado de apoyo familiar con que contará cuando decida dejar de fumar. En una segunda instancia, el paciente es tratado por un médico especialmente capacitado, quien establece la estrategia a seguir y el régimen de fármacos de acuerdo al caso.

Semejantes a los mejores resusltados obtenidos a nivel internacional, con este método entre un 20 y un 40 por ciento de quienes ingresan al programa dejan de fumar. El proceso es largo, pero los resultados cambian definitivamente la vida de los pacientes y sus familias, alejándolos de los riesgos asociados al tabaco. Con ello, el programa se ha convertido en un gran aporte a la salud en la región.