Según cifras del ministerio de Salud, en Chile habría alrededor de 600.000 diabéticos de los cuales el 5 por ciento son insulinodependientes, es decir, tienen diabetes tipo I caracterizada porque el páncreas produce poca o nada de insulina, obligando al enfermo a regular diariamente su nivel de glucosa en la sangre e inyectarse la hormona.

Los insulinodependientes requieren tratamientos muy dinámicos, porque sus dosis son variables. A diario deben medir tres o cuatro veces el azúcar en su sangre para modificar la dosis de insulina que necesitan inyectarse. Si bien existen tablas que indican cómo interpretar estos números no es un proceso fácil de asimilar. A veces los enfermos efectúan el control, pero no saben qué hacer con los datos obtenidos.

Desde 1993 en la VI Región se encuentra trabajando el Programa de Autocontrol de Pacientes Diabéticos Insulinodependientes que, actualmente, cuenta con 320 pacientes inscritos y un equipo multidisciplinario compuesto por doctores, psicólogo, nutricionista y enfermeras que apoyan el tratamiento de los enfermos y les enseñan sobre la importancia del autocuidado.

Como todos los años, y como una manera de finalizar el año, la Unidad de Endocrinología y Diabetes del Hospital Regional de Rancagua, a cargo de la doctora Norma Contreras, organizó un concurso de pintura que buscó premiar a quienes deben, día a día, seguir las rígidas instrucciones que exige este desorden metabólico.

La actividad reunió a más de medio centenar de niños, adolescentes y sus familias, quienes disfrutaron de una entretenida ceremonia que premió el autocuidado a través de distintas expresiones artísticas de los mismos pacientes.

En doctor Sergio Zamorano, director del Hospital Regional, agradeció la preocupación de las familias y la constancia de niños y jóvenes para seguir las recomendaciones clínicas, señalando que “hace más de 10 años, los niños no tenían la oportunidad que tienen hoy de llevar una vida normal, ahora la situación es diametralmente opuesta, uno por el compromiso individual, el de su familia, de ayudarlos a cuidarse para que sean niños plenos y del ministerio de Salud de otorgar una garantía de acceso, contando los pacientes con sus cintas reactivas y con insulinas de la mejor calidad disponible”.

Durante la jornada se premió la habilidad artística a través de un concurso de pintura y se desarrolló un trabajo de aprendizaje con la participación de un mimo que les recordó en cada rutina lo importante que es seguir todas las indicaciones de los médicos, no comer dulces, hacer ejercicios y controlarse.