Especialistas chilenos estudian métodos contra cáncer de próstata
Utilizando un modelo experimental desarrollado por primera vez para el estudio de esta patología, investigadores del Laboratorio de Andrología Celular y Molecular, perteneciente al Programa de Fisiología y Biofísica (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, están explorando con buenos resultados tres alternativas de tratamiento para el cáncer prostático.
La iniciativa cuenta con el respaldo del Instituto Nacional del Cáncer y la Corporación Nacional del Cáncer, quienes han colaborado entregando muestras celulares provenientes de tumores prostáticos, de pacientes que se encuentran en diferentes etapas de la enfermedad, según explica el doctor Enrique Castellón, jefe del Laboratorio de Andrología Celular y Molecular del ICBM y profesor asociado de la Universidad de Chile. Agrega que así se crean cultivos similares a los tumores de cáncer prostático, con el fin de probar nuevos métodos diagnósticos y alternativas de tratamiento, de manera de mejorar la calidad de vida de los pacientes que tienen esta patología.
Una de estas opciones de tratamiento se basa en el uso innovador de un tipo de droga que ya se prescribe a los varones que tienen esta enfermedad, los análogos de un neuropéptido llamado GnRH. Hasta hoy, estos medicamentos se utilizan como hormonoterapia para bloquear el eje hipotálamo hipofisiario, de manera de suprimir la producción de testosterona y así detener el crecimiento tumoral, con buenos resultados pero efectos secundarios indeseables, sobre todo en hombres jóvenes y sexualmente activos, ya que disminuye la libido, aparecen la disfunción eréctil, infertilidad y caracteres femeninos, como ginecomastia y distribución de la grasa corporal más parecida a la de las mujeres.
Frente a esto el doctor Castellón señala que sus investigaciones plantean que una buena alternativa terapéutica sería administrar este neuropéptido a los pacientes directamente en la próstata con lo cual se podrían alcanzar las dosis deseadas sin efectos secundarios en el resto del organismo. Estos resultados ya se han publicado en revistas científicas y presentado en diferentes congresos de urología y de áreas afines, por los cuales se han recibido cuatro reconocimientos a nivel nacional y uno a nivel internacional. Los beneficios de esta vía, además de detener el cáncer, se refieren a disminuir notoriamente los efectos secundarios y obtener efectividad incluso en tumores que se hacen resistentes a la hormonoterapia. Esta terapia debería ser probada ahora en ensayos clínicos en pacientes que cumplan los criterios para este tipo de procedimientos.
Otra línea de investigación del equipo del doctor Castellón se refiere a recuperar la sensibilidad de las células cancerosas frente a la quimioterapia, tema que actualmente los tiene estudiando la forma en que esto podría llegar a los pacientes. “Al respecto, creo que la nanotecnología podrá ser un aporte, aunque no sería algo a corto plazo”, añade el especialista.
Por último, también están trabajando en las posibilidades de bloquear el eje hipotálamo hipofisiario pero sin los efectos secundarios de la hormonoterapia actual, con análogos de la testosterona que no tendrían efectos negativos sobre la próstata. “El Population Council de Estados Unidos supo de nuestros cultivos primarios y financió un estudio, en conjunto con investigadores del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva, ICMER, para que analizáramos el uso de una sustancia análoga que se ha desarrollado con otros fines.
