Promueven apego seguro entre madre e hijo
Entre el 23 y 24 de agosto se llevaron a cabo en el Aula Magna de la Facultad de Medicina Sur de la Universidad de Chile las Jornadas Internacionales de Salud Mental Perinatal. El encuentro que tuvo por nombre “Chile crece contigo: promoviendo apegos seguros”, contó con la participación de la doctora Françoise Molenat, miembro del Servicio de Psiquiatría de Montpellier, Francia.
La especialista, que es presidenta de la Asociación de Formación e Investigación del Niño y su Ambiente de Francia y experta encargada del Plan Perinatalidad 2005-2007 del gobierno francés, participó en exposiciones teóricas y discusiones grupales y presentó interesantes casos clínicos.
El curso se orientó a profesionales de la salud perinatal y tuvo como objetivo central otorgar aquellos elementos que son necesarios para integrar una red de atención personalizada, donde el equipo de salud trabaja unido para promover un contacto emocional y relacional con el paciente.
“Los equipos profesionales de la salud, específicamente los perinatales, tienen que ser muy funcionales, es decir que deben estar sustentados en una comunicación coherente, continua y fluida, que otorgue a la mujer que va a ser madre la seguridad emocional que requiere”, explicó en la ocasión la psiquiatra de la Universidad de Chile, doctora Mónica Kimelman.
Agregó que este equipo multidisciplinario de profesionales debe trabajar unido y en sintonía para otorgar una red personalizada de atención tanto en la etapa prenatal como durante el parto, el puerperio y el control del niño sano. “Esto es especialmente relevante en las familias más vulnerables, porque les permite replicar el vínculo que han establecido con el médico, la matrona y el resto del equipo, en la relación que desarrollan con su bebé, lo que redunda en un apego seguro que beneficia no sólo al menor, sino a toda la sociedad”.
En otras palabras, la seguridad que logra la madre y el padre al recibir una atención personalizada, en que los profesionales están pendientes, por una parte, de los indicadores biomédicos y, por otra, de la condición emocional de la familia, se refleja en el contacto que establecen con su propio hijo.
