Dr. Héctor Fuenzalida Cruz:
“Me alegra ver un cambio cultural respecto a la fotoprotección”
La prolongada exposición al sol representa una de las principales causas del cáncer de piel, una afección en constante aumento a nivel global.
El factor solar emerge como una herramienta esencial en el cuidado de la piel contra los rayos ultravioleta. Específicamente, los UVA y UVB son los principales responsables del daño celular que podría desencadenar diversas formas de cáncer de piel.
Su uso adecuado, junto con otras medidas, como la utilización de ropa especial y permanecer en la sombra durante las horas de mayor radiación, resultan fundamentales para reducir el riesgo.
Para el doctor Héctor Fuenzalida, dermatólogo de Clínica BUPA y magíster en ciencias médicas, “la población ha tenido un cambio respecto a la preocupación de la piel. Ya no solo van a la consulta cuando algo puntual les inquieta, sino que acuden para saber sobre su tipo y qué cuidados entregarle”.
Ha trabajado como jefe del Servicio de Dermatología de la Corporación Nacional del Cáncer (CONAC), profesor de dermatología en las Universidades de Chile, de Santiago y San Sebastián, así como en el Ministerio de Salud, Hospital el Pino y Barros Luco, entre otros.
“Me alegra ver un cambio cultural respecto a la fotoprotección. Hoy es algo cotidiano el portar un protector solar y la conciencia de aplicarlo cada ciertas horas al día. Eso es un avance importante en materia de prevención que tenemos que seguir explotando”.
- La detección y muerte por este tipo de cáncer ha ido en aumento. ¿A qué se debe este fenómeno?
Los factores son múltiples, algunos son por causas genéticas o niveles de fotoexposición. Sin embargo, el hecho de contar con mejores registros estadísticos también ha incidido en el número de casos que se observan, sumado a que existe mejores expectativa de vida, por lo tanto, hay más diagnósticos confirmados.
Para evitarlo, la protección a través de cremas solares y otros utensilios que permitan cuidarnos de los rayos ultravioletas son fundamentales. Si educo a mis hijos sobre la importancia de esto, probablemente, cuando cumplan 50 o 60 años, las posibilidades de tener cáncer de piel serán mínimas. Hoy existe una cultura de cuidado con camapañas que renuevan sus mensajes anualmente y evidencia científica que nos permite tener información concreta.
- El concepto de fotoenvejecimiento ha sido incluido en campañas de prevención. ¿Puede ser que el tema estético influya?
Claro que lo ha hecho, porque, de cierta manera, la gente ve más lejana la posibilidad de tener cáncer de piel, en cambio, las arrugas o manchas, son aspectos cotidianos y que la mayoría de las personas quiere evitar. Si el mensaje funciona, hay que utilizarlo.
- La exposición solar puede generar alteraciones agudas en un plazo de 20 y hasta 30 años. ¿A qué se debe este retraso del daño?
La modificación celular no es algo inmediato. No se trata de una radiación que pueda tener manifestaciones inmediatas, esto es un daño acumulativo. Este detrimento genera cambios a nivel genético, donde se producen deleciones en ciertas estructuras bioquímicas. Sin embargo, la gran mayoría son eliminadas, ya que nuestro sistema de protección a nivel molecular genera modificaciones reparativas.
Si una persona sufre una o dos insolaciones en la vida, y luego toma conciencia, lo más probable es que no va a provocar daño importante, a menos que tenga un problema en el sistema reparativo del material genético, asociado a enfermedades congénitas, donde puede haber cáncer de piel hasta en pacientes de cuatro años.
El problema ocurre cuando con el paso del tiempo y la falta de cuidados, esta acumulación de pequeños deterioros sobrepasa la capacidad reparativa del organismo.
- ¿Qué pronóstico tiene un melanoma de pesquisa tardía y cuáles son las opciones de abordaje?
Es crucial identificarlo en sus etapas iniciales, dado que se caracteriza por su rápida capacidad de invasión y está vinculado a una alta tasa de mortalidad. Tiende a metastatizarse rápidamente, especialmente en órganos como el hígado, pulmones y cerebro.
También está vinculado a alta morbimortalidad, ya que, a veces, al momento de la cirugía se debe sacar un amplio margen de piel sana y realizar vaciamiento ganglionar, lo que puede dejar alteraciones desde el punto de vista de la funcionalidad cotidiana.
En cuanto al tratamiento, la inmunoterapia es una herramienta cuyo objetivo es mejorar las capacidades defensivas frente al tumor. De todos modos, la prevención y detección precoz siguen siendo las principales armas de combate.
- ¿Cómo se puede lograr un equilibrio entre exposición solar y aumento natural de la vitamina D?
Tener niveles adecuados de este macronutriente es importante para muchos procesos metabólicos y que los podemos alcanzar a través de la ingesta de ciertos alimentos, así como con la exposición a la luz del sol. Pero, lo que hay que entender, es que para producirla no se requiere estar horas bajo radiación ultravioleta, basta con la luz día, incluso, desde el interior del hogar o al ir manejando.
Es importante que evitemos la exposición cuando la verticalización de los rayos es total, o sea, de 90º, como ocurre a las 12 horas. Si se siguen estas indicaciones, no es contraproducente, ni siquiera para un paciente que tenga predisposición o haya sido operado de varios tumores.
Por María Ignacia Meyerholz