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Determinantes sociales como la interacción humana con los ecosistemas, pérdida de biodiversidad, modificaciones en el uso del suelo, cambio climático, comercio y el consumo de fauna silvestre, aumentan el riesgo de aparición y propagación de patógenos respiratorios [1].

El salto de la barrera de las especies se considera un hecho poco común, aunque el número de enfermedades infecciosas emergentes aumentó significativamente en la segunda mitad del siglo XX. La mayoría de ellas se transmiten desde la vida silvestre y se espera que estos patógenos cuadrupliquen la cantidad de contagios y aumenten 12 veces el número de muertes en 2050, en comparación con 2020 [2].

“Los virus respiratorios emergentes son aquellos que aparecen en una población por primera vez o que, habiendo existido previamente, tienen un rápido incremento de su incidencia o distribución geográfica”, comenta el doctor Raúl Riquelme, profesor asociado de la Universidad San Sebastián sede Patagonia y exjefe del Servicio de Medicina del Hospital de Puerto Montt.

“Es bueno mirar la historia para entenderlos y medir sus potenciales consecuencias para la humanidad. Para eso no es necesario remitirse a la antigüedad, donde ocurrieron eventos como la fiebre bubónica. Solo con observar lo que ha sucedido en el último siglo tenemos información relevante”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la pandemia por COVID-19 ha demostrado que los países necesitan estar preparados, desde un punto de vista operacional, para responder a esta amenaza [3].

“Desde hace algún tiempo que la tecnología nos permite identificarlos. Los adelantos en el uso de la PCR múltiple para virus respiratorios es un ejemplo de las nuevas herramientas diagnósticas con las que contamos”, agrega el académico, quien expuso sobre este tema en el 55° Congreso Chileno de Enfermedades Respiratorias realizado en Puerto Varas.

- ¿Cuál es el impacto de los virus emergentes en la población?

Es variado, pero se estima que, en su conjunto, pueden producir dos millones de muertes al año considerando enfermedades provocadas por los virus VIH, Ébola, Dengue, Chikungunya, fiebre del Nilo y Zika, entre otras.

- ¿Por qué son cada vez más frecuentes?

La mayor presencia se debe a factores como la pobreza, hacinamiento, migraciones, mutaciones de los virus, cambio climático y alteraciones ecológicas en que el hombre invade espacios usualmente habitados por animales. Un elemento importante es la globalización del comercio y turismo, lo que facilita que personas contraigan infecciones en algún lugar y sean portadores hasta su destino de origen. 

Por otro lado, debido al aumento de las temperaturas, existen regiones en el planeta donde la población ha pasado de estar cuatro o cinco meses expuesta, a vectores a un año completo.

- ¿Qué virus respiratorios emergentes causan alerta?

Los centros de vigilancia muestran especial interés en las nuevas cepas del SARS-CoV-2 que pudieran aparecer y los virus influenza. Dentro de estos últimos, la influenza aviar, especialmente H5N1 y H7N9, tienen potencial pandémico, siguen circulando ampliamente en algunas poblaciones de aves de corral y la mayoría de los seres humanos no son inmunes.

- ¿Cuáles son los principales grupos de riesgo?

Las personas mayores y, en especial, aquellas con comorbilidades como diabetes, cardiopatías y enfermedades respiratorias crónicas. Sin embargo, cada virus puede tener particularidades específicas. Por ejemplo, la influenza humana H1N1pdm que produjo la pandemia de 2009 afectó, principalmente, a jóvenes que no contaban con memoria inmunológica, mientras que los individuos de más edad ya habían estado en contacto con virus parecidos en años anteriores y disponían de un “escudo” como la vacuna antiinfluenza anual.

- ¿Podemos evitar la aparición o propagación?

Actualmente, no hay forma de evitar el surgimiento de nuevos virus o que alguno termine desencadenando una pandemia. Lo que tenemos que hacer es cumplir con los planes de inmunización de cada país y con las disposiciones sanitarias existentes, las que deben basarse en evidencia científica generada en los programas de vigilancia. 

- ¿Cuál es el papel de la salud pública frente a su aumento? 

Los virus respiratorios emergentes son y seguirán siendo una amenaza global y nos obligan a mantener una estrecha vigilancia epidemiológica. Todos los esfuerzos deben apuntar a reducir los factores de riesgo, mejorar la respuesta del sistema sanitario y aprovechar las experiencias y desarrollos tecnológicos adoptados en pandemia.

Chile tiene una red de control, vigilancia y trazabilidad epidemiológica muy completa. La coordinación de la salud pública con la privada permitió un adecuado control de la COVID-19 y, finalmente, fuimos mucho más eficientes en comparación a países con mayores recursos.

Referencias:
[1] Sánchez A, Contreras A, Corrales JC, de la Fe C. En el principio fue la zoonosis: One Health para combatir esta y futuras pandemias. Informe SESPAS 2022 [In the beginning it was zoonosis: One Health to combat this and future pandemics. SESPAS Report 2022]. Gac Sanit. 2022;36 Suppl 1:S61-S67. Spanish.
[2] Meadows AJ, Stephenson N, Madhav NK, Oppenheim B. Historical trends demonstrate a pattern of increasingly frequent and severe spillover events of high-consequence zoonotic viruses. BMJ Glob Health. 2023 Nov;8(11):e012026.
[3] La OMS pone en marcha una nueva iniciativa para mejorar la preparación frente a pandemias. https://www.who.int/es/news/item/26-04-2023-who-launches-new-initiative-to-improve-pandemic-preparedness

Por Óscar Ferrari Gutiérrez