Dr. Rafael Silva Orellana:
“La sociedad ha valorado la labor del personal de salud”
El trabajo en equipo y la integración de la medicina pública y privada han sido pilares en el manejo de la pandemia por SARS-CoV-2.
La generación de conocimiento y el manejo clínico de pacientes, en particular aquellos en estado crítico, son dos de los grandes desafíos que el SARS-CoV-2 plantea a las ciencias médicas. El primero se orienta a la difusión de los avances en prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, información que puede resultar determinante en la propagación de COVID-19. El siguiente se relaciona con la labor que se lleva cabo en las unidades hospitalarias de prácticamente todo el mundo para resguardar la vida de quienes están graves.
En ambos frentes se encuentra el doctor Rafael Silva Orellana, especialista en enfermedades respiratorias del Hospital Regional de Talca. “Hay una explosión de artículos, revisiones y ensayos clínicos en la literatura médica en los últimos meses y es tal la cantidad de información que posiblemente se encontrarán en corto plazo terapias adecuadas no solo para el SARS-CoV-2, sino que para otros virus que también provocan serias complicaciones”.
Bajo su coordinación, el recinto de salud de la Región del Maule y el Colegio Médico organizaron un encuentro virtual que profundizó en el manejo del paciente COVID-19. “Trabajamos junto con la doctora Ana María Carvajal, jefe del Servicio de Urgencia, con el propósito original de capacitar a los residentes, pero finalmente lo ampliamos a todos los interesados. Analizamos el cuadro clínico, la importancia del apoyo imagenológico y el desempeño en la Unidad de Paciente Crítico y Servicio de Medicina. Fue exitoso y tuvimos una alta convocatoria”, detalló el profesional formado en las universidades Católica y de Chile.
- Las unidades de cuidado intensivo se han visto exigidas al límite, ¿cuál es la evaluación que se puede hacer en el Hospital de Talca?
Afortunadamente se realizó una excelente planificación y preparación, aumentando las camas críticas, con los ventiladores y el personal correspondiente. Esto salvó vidas y nunca se negó el acceso a pacientes que lo requirieran, incluso se dio apoyo a Santiago.
- Este virus ha sido desafiante, particularmente para los médicos que trabajan en su área…
Todo ha sido muy exigente, no solo por la mayor exposición al estar en primera línea, sino por el riesgo de contagiar a nuestros familiares. Pero esto ha tenido un efecto positivo: la sociedad ha valorado la enorme labor que realiza el personal de salud, todos, sin exclusión.
La pandemia nos ha hecho comprender la importancia del trabajo en equipo y de la integración de lo público con lo privado. Esa asociación impulsada por el Ministerio de Salud fue fundamental en la disminución de la mortalidad. Las medicinas respiratoria y crítica serán distintas, para bien, cuando pase esta crisis.
- Ha comenzado una etapa clave: la desescalada. ¿Cómo se proyecta?
Hay que ser muy cauteloso, es alto el riesgo de rebrote. La población debe ser muy responsable y respetar todas las medidas de protección, latamente informadas, para poder normalizar en algo la vida diaria. Esto es para largo y si no respetamos las normas, volveremos atrás con altas tasas de enfermos y fallecidos.
- ¿Cuáles son sus recomendaciones para aspirar a un retorno seguro?
Que la tasa de morbilidad por millón de habitantes sea baja, se logre una ocupación de camas críticas semejantes a los años anteriores, que el porcentaje de positividad de RT-PCR sea menos de 10% de los exámenes y lo más relevante: que las personas usen mascarillas, mantengan el distanciamiento físico, el lavado frecuente de manos y que consulten oportunamente si manifiestan síntomas.
- ¿Cómo se deben manejar eventuales rebrotes?
Si eso ocurre, debemos volver a activar las camas críticas, indicar cuarentenas donde corresponda y confinar nuevamente. Ya ocurrió en otros países y seguramente pasará en Chile mientras no tengamos una vacuna que confiera protección a lo menos a 80% de la población.
- Doctor, sin dudas el nuevo coronavirus ha puesto al mundo a prueba, ¿qué reflexión puede hacer?
Han sido tiempos duros, hemos perdido colegas cercanos y hemos convivido con el miedo. Sin embargo, tendremos pronto una salida, una terapia adecuada, una vacuna eficiente y quedará la experiencia del manejo a estos pacientes. Hemos aprendido muchísimo de una enfermedad que no conocíamos. Han cambiado los paradigmas de reuniones, de clases y de enseñanza de la medicina. Todo eso seguro será irreversible y es una enorme oportunidad para encontrar mejores caminos en todas las áreas señaladas. Esta crisis mundial generará un enorme aprendizaje para la ciencia y la sociedad.
Por Óscar Ferrari Gutiérrez